Durante su visita a la zona arqueológica de Edzná, acompañado del presidente de Bolivia Luis Alberto Arce Catacora, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador atendió de manera personal a pobladores de las comunidades vecinas, entre las principales peticiones era el apoyo para familias en temas de servicios básicos y búsqueda de personas desaparecidas.
Desde muy temprano, el acceso a la zona fue cercada con mallas metálicas en tres filtros de seguridad que estuvieron a cargo de la Secretaría de Bienestar, seguridad privada y de la Defensa Nacional.
En el primer cercado, los servidores de la nación notificaban a los turistas que llegaban al sitio sobre el cierre parcial pues el INAH determinó suspender las actividades a la población en general debido a la llegada del mandatario nacional y su homólogo de Bolivia.
A las 10:20 horas, el convoy qué transportaba a Andrés Manuel López Obrador llegó a punto de reunión, retiraron las vallas y de inmediato ingresó. Diez minutos después, lo hizo el de Bolivia, quien era escoltado por cuatro camionetas más.
De acuerdo con la Secretaria de Bienestar, ambos mandatarios realizaron un recorrido por las pirámides principales y verificaron los protocolos que se instauraron en dichos sitios para evitar propagación del SARS-CoV-2, además revisaron el estado actual de los edificios mayas previo a las vacaciones de semana santa.
Tras el recorrido de casi dos horas, los presidentes se retiraron del sitio, pero antes de irse López Obrador se dio tiempo para platicar con algunos vecinos que llegaron al punto para refrendar le su apoyo y otros para pedirle por la búsqueda de un familiar, solicitudes qué tomó el mandatario asegurando que le prestaría atención.
CG