Uno de los principales objetivos de la población es la adquisición de una vivienda, pero por las condiciones económicas pocos lo logran, en particular ahora con la pandemia que las finanzas están colapsadas, hay desempleo y las oportunidades de encontrar otro son escasas. Ante este panorama, las familias optan por buscar viviendas a bajo costo, accesibles a su cartera o en algún remate bancario.
Una de las opciones que ha incrementado es la compra de bienes abandonados o que han sido recuperados, por parte de empresas privadas o instituciones dedicadas al otorgamiento de las mismas; sin embargo, la compra de casas en remate bancario o tras haber sido recuperadas, trae consigo una serie de consideraciones que debe el comprador tomar en cuenta antes de entregar su dinero y firmar el contrato.
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En Campeche, el panorama es similar y está ligado con la demanda y la tardada tramitología para obtener una casa, pues en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) para tener un crédito se necesitan 116 puntos, y para lograrlos es necesario tener en evaluación los siguientes aspectos: edad y salario, ahorro logrado en el Infonavit, tiempo de aportación realizado por el patrón a tu favor. Son estas limitantes las primeras con las que se encuentra un trabajador cuando pretende hacerse de una vivienda.
Cifras del Infonavit indican que durante el 2020 se recuperaron 130 viviendas en Campeche, la principal razón por las que se devolvieron fue por no cumplir los pagos mensuales y serán ofrecidas a trabajadores con derecho a créditos.
Para la venta de los mismos se trata de agilizar el trámite entre ambas partes, pues de retrasarse, se corre el riesgo de sufrir vandalismo, como robo de ventanas, puertas protectores o demás aditamento. Además, al adquirirla de esta forma se garantiza una disminución en el costo total de hasta 20 por ciento.
Esto surge a pesar de que en el reporte anual del Infonavit se detalla que los precios de la vivienda han mostrado un crecimiento superior al de la inflación general y al de sus insumos de producción por varios años.
Por ejemplo, en el periodo de 2011 a 2018 los recios crecieron a una tasa promedio anual de 5.8%, superior a la inflación general de 4%. El crecimiento de los precios observado desde 2017 ha alcanzado una tasa de 8% anual y este panorama se ha mantenido hasta estos días. La intención de comprar vivienda por medio de remates bancarios ha incrementado en los últimos años, pero en sectores poblacionales específicos, es decir, en aquellos que cuentan con un trabajo estable y con ahorros. No obstante, son pocos los procesos que se consuman, así lo dijo Nelson Gallardo Ordoñez, experto en venta y renta de inmuebles, quien le adjudicó el fenómeno a la deplorable economía actual, el desempleo y el salario mínimo.
Señaló que la compra por medio de descuentos en bancos afecta de manera directa a la generación de viviendas, pues se han dejado de ejercer 600 millones de pesos en el estado.
“Todo esto es sumamente grave en el país y en Campeche se multiplica, para concretar con este sueldo que ganan a cuánto pueden aspirar en un crédito de Infonavit de 250 mil pesos, y ¿qué compran con 250 mil pesos?, nada, por eso Infonavit informa que no ha podido colocar los dos mil créditos anuales que tiene estimado al año”.
Se deben considerar diversos puntos antes de concretar una compra, pues al final podría ser más contraproducente que benéfico pues “los remates bancarios de casas, son viviendas que el banco deciden vender a través de un fallo que emite un juez, porque los antiguos dueños no han podido liquidar el pago de la vivienda”, comentó.
Complicaciones
Explicó que el banco toma como medida para recuperar parte del financiamiento, un descuento arriba del 30% por lo que algunos inmuebles pueden llegar a costar solo un 60% con relación al precio comercial. En algunas ocasiones, se ha notificado que la casa se ha endido pero los antiguos dueños no se han retirado, es decir, que en estos casos se tendrá que iniciar con un proceso legal que terminará avalado por un juez, quien a su vez otorgará un documento de desalojo.
El pago de los abogados y los trámites correrán por cuenta del comprador. Otro punto es no saber las condiciones en las que se encuentra la casa. Esto se sumará al presupuesto inicial e incrementará de acuerdo con los costos en la remodelación.
Cuando compramos una casa a través de un crédito hipotecario o inmobiliario, el pago de impuestos los cubre el vendedor. En esta ocasión, el nuevo dueño tendrá que hacer las retenciones ante el SAT, así como contemplar los gastos de escrituración.
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JG