La población de escasos recursos de Campeche podría tener un mayor retroceso en educación derivado de la pandemia ocasionada por el COVID-19.
De esta forma, mientras que la coordinadora del Sistema de Alerta Temprana y Atención a la Deserción Escolar, Margarita Duarte Quijano, señaló que las estrategias implementadas han sido las adecuadas, el pedagogo Guadalupe May reveló que faltan estrategias que conjuguen el trabajo tecnológico, pedagógico y de contención emocional, pues hasta ahora los educandos ya tendrán un retraso de dos grados escolares, que si no se atienden podría generar problemas laborales futuros.
En la entidad se han detectado cuatro municipios con alto rezago en materia tecnológica, que han afectado la educativa, pues desde el inicio de la pandemia han sido lugares con menor aprovechamiento escolar, informó Duarte Quijano y dijo que ahí persisten problemas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC); estos son Calakmul, Hopelchén, Palizada y Hecelchakán.
“Lo que ocurre en estas poblaciones es que no hay internet y muchas veces se cuenta con las herramientas, pero el internet no les llega por cuestiones geográficas. Además, en estos puntos es donde se concentra una deserción escolar que está ligada más a la cultura que a la falta de las tecnologías. Aquí muchos niños priorizan el trabajo y no la escuela”, señaló.
Confesó que el confinamiento y la falta de infraestructura en comunicación han abonado en la ineficacia de las clases, pero también refirió que las acciones tomadas hasta ahora han sido las más adecuadas; por un lado, en zonas urbanas se logran conectar los menores y en las comunidades más apartadas se implementó el uso de cuadernillos, mismos que han cumplido con el cometido de no dejar a los niños y jóvenes sin clases, pero ha sido insuficientes
“Lo ideal sería regresar a clases presenciales, pero ahora más que nunca se ve muy lejana la posibilidad”, puntualizó.
En un comentario similar, Guadalupe May, que cuenta con más de 35 años de trayectoria docente, refirió que la mejor forma de educar a los pequeños es a través de actividades conjuntas, con clases presenciales e interacción social, pues los niños son más activos que cognitivos para la recepción de información.
Manifestó que los cuadernillos han sido pieza clave para que los estudiantes continúen sus estudios, sin embargo, falta el reforzamiento ya que se están dedicando a la realización del trabajo, pero no al análisis de la información, ante ello, propuso a las instancias educativas poner mayor atención en tres factores: tecnológicos, pedagógicos y de contención emocional.
En materia de formación docente, identificó que el desafío es la capacitación para el uso pedagógico de las tecnologías. Esto lo comentó luego de que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estimó que más de 10 millones de estudiantes en México en edades entre los 3 y 18 años tendrán un retraso de hasta dos grados escolares como consecuencia del confinamiento por la pandemia.
Ambos coincidieron en que lo ideal es tener clases presenciales, pero también se deben actualizar las formas de impartir las clases de manera híbrida, a pesar de que la figura de los docentes nunca será sustituida por la tecnología.
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GH