Concesionarios del transporte público y la propietaria del predio que funciona como terminal de las combis de Hecelchakán y Escárcega acusan al director del Instituto Estatal de Transporte, Juan José Castillo Zárate de incurrir en amenazas y presiones de clausura al lugar que opera como estacionamiento público y que en comodato se les dio el espacio para que los pasajeros esperaran mientras abordan.
La dueña del local Ligia Vázquez Gutiérrez, así como el presidente del Consejo de Administración de Pioneros del Camino Real (de Hecelchakán) Genaro Xool Madero, sostuvieron que no hay argumentos jurídicos para las amenazas y actitud en que incurre el funcionario estatal.
De acuerdo con Vázquez Gutiérrez el área la tiene desde 2004 y la concesión como estacionamiento público, mismo que le rentó unos cajones a los taxistas de Hecelchakán ya que vienen operando en dicho sitio desde hace 10 años.
Y decidió el comodato del predio como una forma de apoyo a los pasajeros ya que estaban expuestos al sol o a la lluvia, por lo que acordó prestar el espacio para que las personas tuvieran un área segura mientras abordaban los colectivos.
Por su parte Xool Madero señaló que en el sitio tienen 10 años de estar operando y 20 años de proporcionar el traslado y debido a la ley de 2008 en donde cada cooperativa debe contar con su sitio de descenso y ascenso es que decidieron establecerse en este sitio con mejores condiciones para los usuarios.
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Por lo que denunciaron como una actitud de presión y amenaza la acción de los inspectores del IET que pretendan intimidar con el cierre del espacio cuando no violan ninguna ley y cumplen con los requisitos, sobre todo lo referente a los protocolos sanitarios que exige la Secretaría de Salud.
GH