El incendio en la Sonda de Campeche podría generar daños a la selva y el acuífero de la región maya por la presencia de lluvia ácida, informó el investigador titular del Colegio de la Frontera Sur en Campeche (ECOSUR), Yuri Peña Ramírez, mientras el investigador encargado del Laboratorio de Biodiversidad Marina y Cambio Climático de la institución, Daniel Pech, recordó que aún no se puede emitir postura de la gravedad de los daños y las afectaciones a la fauna marina.
Por su parte, Yuri Peña manifestó que los contaminantes generados en el Golfo de México caerían como lluvia ácida, por lo que la biodiversidad de la región se vería afectada, sobre todo el acuífero y la selva.
Cabe recordar que durante el 2 de julio, Petróleos Mexicanos (PEMEX) reportó un incendio en la Sonda de Campeche, siniestro generado por tormentas eléctricas y presencia de gas en la superficie del mar.
Respecto al incidente se descartó derrame de crudo y se tomaron acciones inmediatas para controlar el fuego en la superficie a fin de evitar daño ambiental, así como labores para identificar la causa raíz de la fuga de gas en el ducto.
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“En nuestra zona se corroería la tierra conocida como sascab, lo que generaría que la edificación del acuífero maya tenga socavones, también se quemaría la selva al llover ácido sulfúrico por una quema masiva como la registrada”, informó Yuri Peña.
“Fue detectada una fuga en el gasoducto de bombeo neumático que alimenta los pozos de la plataforma Ku-C; y dadas las descargas eléctricas y fuertes lluvias, se produjo el incendio en la superficie del mar, después de aproximadamente 5 horas, se logró extinguir el fuego en su totalidad”, informó PEMEX en días pasados.
Sin panorama de daños
Respecto al accidente de PEMEX en el Golfo de México, el investigador Daniel Pech Pech recordó que un accidente como el registrado fue de poca duración, con afectaciones que están en proceso de evaluación.
Informó que aún no hay un llamado para la gente encargada de las evaluaciones tras estos accidentes, por lo cual es complicado destacar si hubo daño o fijar una postura real, ya que la zona afectada es una zona de chapopotero, de emanaciones naturales de petróleo crudo, por ello hay rastros naturales de petróleo.
“Ahora esto fue diferente por ser una explosión con gas y combustible en un área pequeña, que fue controlado en un tiempo corto, pero cuando ocurre este tipo de eventos son afectaciones que se clasifican desde menores, mayores, graves y críticas, aunque aún no se ha evaluado, lo cual también llama la atención”, remarcó.
Agregó que es difícil que alguien defina si hay daños al ecosistema, pues hay riesgo inclusive para la vida humana, pero ante la elevación de temperatura y emanación de gases los organismos que pueden escapar lo hacen, pero otros con movimientos lentos o estáticos son los afectados.
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GH