El sector del servicio de alimentos y bebidas de Ciudad del Carmen no ha tenido el repunte que se esperaban para el último bimestre del 2022, lo que aumenta la crisis que enfrenta la industria restaurantera que intenta subsistir esta recta final de año con la venta de paquetes para las llamadas posadas, indicó la titular de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Carmen, Gabriela Cruz Damas.
Cruz Damas señaló que a pesar del panorama complejo que se siente a corto plazo las llamadas posadas empresariales pueden ser la solución para el sector, “tenemos fe en que con las preposadas las situación mejore para el sector restaurantero de Isla; esta es una alternativa y muchos empresarios afiliados a la Canirac han diseñado una estrategia para vender en estas posadas; muchos ofrecen paquetes a precios accesibles.
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En ese sentido, Cruz Damas apuntó que tanto el segundo semestre de 2021 como todo 2022 han sido tiempos de sobrevivencia del sector de los alimentos y bebidas en la Isla, “tanto el cierre del 2021 en el que salimos de la contingencia sanitaria como este año es un periodo de sobrevivencia; no podemos decir que nos hemos recuperado por lo menos en un porcentaje aceptable. Nadie se ha recuperado”, acotó.
Apuntó que, de acuerdo a como se presentan los tiempos y las estadísticas económicas de la Entidad con el tema de la inflación que está afectando a la economía, dijo que: “No podemos decir que nos hemos recuperado; creo que nos falta mucho por recorrer. Seguimos luchando por salir adelante, por recuperarnos, y esta situación no mejora porque en algunas entidades se ha presentado un incremento de los casos de COVID-19”, concluyó.
De acuerdo con el Indicador Mensual de la Actividad Industrial por Entidad Federativa (IMAIEF), las Actividades Terciarias, en el segundo trimestre de 2022 Campeche registró en estas actividades una variación anual de 2.5 por ciento, lo que ubicó al Estado en el lugar 14 a nivel nacional en el segundo trimestre del 2022.
Cabe exponer que la industria restaurantera fue una de las más afectadas durante el apogeo de la pandemia de COVID-19, incluso más que sectores que se pensó les iría peor, como el agropecuario.
Reportes y registros de institutos como el Inegi y por parte de las asociaciones de restaurantes mencionan una caída del 29 al 30 por ciento de la actividad en el 2020, es decir, que el impacto de la contingencia sanitaria resultó tres veces mayor que otros sectores, lo anterior debido a la elevada dependencia que este tipo de establecimientos tiene en relación con el turismo, que también terminó siendo una de las víctimas más afectadas por lo ocurrido.
Un ejemplo claro de esta destrucción económica lo ofrece el hecho de que el año pasado cerraron sus puertas alrededor de 400 mil restaurantes, cafeterías, bares y loncherías en el territorio nacional. Tan sólo en 2020, tres de cada 10 negocios dedicados a esta clase de servicios quebraron en Quintana Roo, concretamente en la franja turística, número muy similar al que presentó Baja California, donde 34 por ciento de estos negocios fueron declarados en quiebra.
En cuanto a los restaurantes en sí, la Canirac estima que 10 por ciento dejaron de funcionar, de 600 mil en todo el país.
Sin embargo, los totales que implican las demás unidades económicas, desde soderías hasta taquerías, pasando por grandes cadenas de servicios de alimentos, hablan de que la industria gastronómica representa poco más del 12 por ciento de todos negocios del país y sus 278 tipos de actividades involucran a su vez a proveedores y otros intermediarios como tortillerías, refresqueras, carnicerías, productores de lácteos y hortalizas, lo que habla de la espiral de creación de riqueza que lleva consigo el sector gastronómico.
Por tanto, una caída en su aportación al PIB daña el crecimiento.
Además, otro factor que convierte el sector en un elemento importante del sistema económico es que ocupa mayormente mano de obra femenina, con un 56 por ciento del total; esto significa que también sirve como equilibrador social al permitir que las mujeres posean un rango de independencia y contribuyan a sí mismo en el hogar.
Por eso, ahora la inflación se ha convertido en una amenaza más, porque los destrozos de la pandemia aún no se resarcen y ya surgió otro frente para combatir.
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JG