Al construirse en 1815 el templo de “La Asunción”, se le adjudicó para cementerio el terreno que hoy ocupa la Escuela Primaria “Año de la Patria”, que se localiza en el barrio del Guanal en Ciudad del Carmen; de acuerdo con la historia, según las normas eclesiásticas no debían enterrarse juntos católicos y protestantes, por lo que se designó el terreno que ocupaba el Hospital “Victoriano Niévez”, hoy Museo de la Ciudad. para sepultar a estos últimos, al cual se llamó Cementerio de los Ingleses.
Cuando Valentín Gómez Farías, vicepresidente en los tiempos de Antonio López de Santa Anna emitió la Ley de Desamortización de los Bienes Eclesiásticos los panteones dejaron de ser administrados por los sacerdotes y pasaron al poder del Gobierno de la República; entonces, se estableció el Cementerio General en 1859, conocido como “Último Paseo”.
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Como Juan Francisco Abreu había contribuido para su construcción, se le dio el derecho de elegir un lugar para sus deudos, fue así como levantó el monumento que se ve a la entrada. El nombre “Último Paseo” se lo asignó Álvaro Artiñano a la calle que conduce al panteón, no al Panteón General.
A la derecha se halla una construcción piramidal que ordenó hacer el comandante Hocquart, de la cañonera francesa “Granade”; esta nave operaba en nuestras costas a favor de la intervención y el Imperio; el 16 de mayo de 1862 entró a nuestro puerto como base para sus excursiones y 27 hombres de su tripulación murieron de fiebre amarilla siendo sepultados a perpetuidad en el sitio en que se encuentra el obelisco. El comandante tuvo que reclutar marineros carmelitas para mover su nave.
Cuatro presidentes municipales embellecieron este panteón; Álvaro Artiñano Aguilar mandó construir en 1945 el Parque José Jesús Cervera Armas y Jorge Repetto lo agrandó y construyó bastantes criptas; Jorge Rosiñol Novelo lo adornó de luz mercurial en su interior, según datos obtenidos de las obras de Leopoldo Cervera Certucha.
Por su parte, Reynaldo Che Couoh, director de la primaria “Año de la Patria”, expresó que hace cuatro años aproximadamente, durante las excavaciones que se efectuaban en este plantel para realizar ampliación y mejoras, los trabajadores hallaron restos humanos; los obreros efectuaban las excavaciones para los cimientos y de repente encontraron osamentas, lo que confirma que debajo de este plantel se encuentra el que fue el primer panteón de Ciudad del Carmen.
“En muchas ocasiones, durante trabajos que se han realizado en este sitio desde hace ya algunos años se han encontrado restos de óseos, que permiten confirmar la teoría de que aquí se enterró a personas, ya bien por el Cementerio de los Ingleses o por las acciones que se hicieron cuando fungía como hospital de la Isla”, manifestó el profesor.
La historia de Carmen señala que luego de la desamortización de los bienes de la Iglesia, con las Leyes de Reforma y pasar los panteones a la administración pública, el Gobierno inició la construcción de un panteón general y se clausuraron los camposantos anteriores. Fue Tomás Marín, en 1856, quien inicia la construcción del Panteón General, que se ubicaba al final de la calle 20, como narra el historiador Daniel Cantarell Alejandro.
El fallecimiento de un joven de 18 años de edad llevó a utilizar el Panteón General, un año antes de ser inaugurado; ahí sepultaron los restos de Juan José Pren y Manzanilla, el 30 de mayo de 1858.
Pese a los cambios, el nombre oficial del camposanto de la calle 20 es Panteón General, ya que hasta el momento el nombre no ha sido modificado por la legislación vigentes, sólo por las costumbres.
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CC