Más de mil pescadores ribereños de Ciudad del Carmen quedaron fuera del programa federal Bienpesca para recibir el apoyo de siete mil 200 pesos, debido a que no fueron tomados en cuenta desde el principio por carecer de un amparo; sin embargo, sí se ven beneficiadas personas ajenas a la actividad, entre ellos taxistas y albañiles, y de no llevarse un censo real, la entrega de los recursos se saldrá de control y podría haber protestas de verdaderos pescadores, mencionó Santiago Jiménez González, presidente de la Unión de Pescadores Ribereños del Carmen y presidente de la Cooperativa “Dragados del Caracol”.
Cabe mencionar que de acuerdo con datos que proporcionaron los Servidores de la Nación hay tres mil 600 pescadores registrados en el programa; sin embargo, Jiménez González indicó que en esa lista tienen censados a taxistas y albañiles a quienes les proporcionaron tarjetones haciendo uso de cooperativas fantasma.
“Las cooperativas fantasma cuentan con permisos de pesca, pero no los utilizan; hay personas que manejan dos o tres cooperativas, pero carecen de embarcaciones porque no se dedican a la pesca; usan los permisos como negocio, los rentan y utilizan las bodegas de los pescadores; por eso es indispensable un censo, para el ordenamiento pesquero de forma física y fiscal porque el ordenamiento que hace la Dirección de Desarrollo Social y Económico del Ayuntamiento de forma conjunta con el Instituto Estatal de Pesca y Acuacultura (Iepesca) es de carácter político”, mencionó.
Apuntó que tiene conocimiento de que en la oficina de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) el censo se lleva de otra manera: si la persona no se encuentra amparada por un permiso no le entregan el documento. Sin embargo, en Ciudad del Carmen existen decenas de cooperativas inexistentes que tienen sus padrones “inflados” con personas ajenas a la actividad, gente que nunca ha subido a una embarcación para irse a la mar, y, por lo tanto, deben ser excluidas de los beneficios, describió.
Señaló que como representante se encuentra inconforme porque no tomó en cuenta a los ribereños que debieron tener participación en los recursos federales, porque son personas que se van a la mar y sustituyen a los pescadores que se encuentran amparados con permisos de pesca.
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JG