De acuerdo con el Director del Instituto de la Juventud (Injucam), Luis Ángel Mex Salazar, el 49 por ciento de la población juvenil en el estado no cuenta con trabajo, en tanto que a través del Servicio Nacional de Empleo, en lo que va del año se han recibido a 800 personas de 18 a 29 años que buscan reinsertarse al mercado laboral, pero se han podido colocar sólo el 25 por ciento (200) en una empresa formal. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la dificultad para encontrar trabajo es mayor en el caso de mujeres jóvenes entre 15 y 24 años y personas enfermas.
Yamile González, joven de 25 años y madre soltera, en plena pandemia se enfrentó a diversas dificultades económicas al no contar con un empleo. Con su hijo en brazos incursionó en la venta de artículos de manera informal para poder cubrir las necesidades de su pequeño.
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En la fila de espera de su tarjeta del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, relató que actualmente labora en una papelería; sin embargo, antes de ello se enfrentó al rechazo por no contar con tiempo completo para trabajar, debido a que también debe cuidar a su hijo, por lo que pidió más programas de apoyo para madres solteras.
Asimismo, Leonardo González Osorio sufre diabetes, y por un año tocó puertas en búsqueda de trabajo, pero sin obtener respuesta; la causa principal, que las empresas no están dispuestas a cubrir los gastos de salud que representaría el que sufriera algún incidente en sus instalaciones. Aunado a ello, le exigieron también años de experiencia: “a veces no me alcanzaba para cubrir mis necesidades básicas y como tengo una enfermedad crítica tenía que gastar en medicamentos”.
La asociación Unidos por Una Vida Digna, presidida por Diego Cervera Balán, tiene registro de 50 casos de personas que han sido despedidas por tener VIH. Comentó que, aunque ya está prohibido por la ley, las empresas aún piden como requisito para la contratación el aplicarse pruebas rápidas para la detección de esa enfermedad.
“Ha habido personas que han sido despedidas de su lugar laboral por el hecho de vivir con VIH, es algo que no se ha erradicado. A lo largo de 25 años hemos visto alrededor de 50 casos, pero lo que se hace es platicar con el empleador para llegar a un acuerdo; sin embargo, en estos últimos años lo que ha sucedido es que el patrón se niega a platicar”, expuso que se tiene informes sólo de las personas que se han atrevido a denunciar, ya que la mayor parte prefiere guardar silencio por temas a ser juzgado por la sociedad.
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JG