Del casi millón de habitantes en Campeche, se estima que el 30 por ciento, es decir, alrededor de 300 mil personas, son las que se enferman; y de estas, solo el 10 por ciento, equivalente a unas 100 mil, requieren medicación, siendo mínima la cantidad de fármacos caducos que se extraen de las unidades médicas, que están sujetas a vigilancia. Según la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Copriscam) en el Estado, cada quincena realiza supervisiones en farmacias, centros de salud, clínicas y hospitales de segundo y tercer nivel para verificar el estado de los medicamentos y, cuando se detecta que ha vencido su fecha de caducidad, se retiran de los depósitos.
O, los responsables de las boticas y/o bodegas proporcionan esta información al organismo, para que acuda a recolectarlos y canalizarlos a empresas especializadas para su destrucción. No obstante, Juan Abad de Jesús, titular de la comisión, aseguró que son pocos los medicamentos caducos que desechan los hospitales en Campeche, sobretodo de tipo analgésico, por ejemplo, ketorolaco y metocarbamol. Además, antibióticos como la ampicilina y la penicilina que han dejado de utilizarse por los médicos, porque los pacientes se han vuelvo más resistentes a este tipo de medicamentos, y las clínicas y hospitales han recurrido a otros más potentes, de tercera o cuarta generación.
Reconoció que, por sus compuestos químicos, los fármacos son altamente contaminantes para el manto freático, y hasta hace unos 15 o 20 años se tiraban en basureros a cielo abierto, pero ahora existen empresas especializadas que los destruyen e incineran. “En Campeche no es grave esta problemática por el tamaño de la población. Del casi millón de habitantes, el 30 por ciento son los que se enferman, y de estos, los que recurren a medicamentos son el 10 por ciento; entonces, todavía alcanzamos a cubrir la supervisión en las unidades médicas”, indicó.
Por último, el titular de la Copriscam dijo que el personal de las farmacias, centros de salud y hospitales tiene la cultura de revisar que los medicamentos no estén caducados, colocándolos en orden alfabético y semaforizándolos en colores verde, azul, naranja y rojo, a fin de que, en caso de estar a punto de caducar, sea retirado para su destrucción y no ponga en riesgo la salud de los pacientes.
JY