La pirotecnia es una tortura para los niños con autismo, ya que los estruendos les generan dolor, miedo y ansiedad, llegando al punto de provocar crisis nerviosas y conductas autolesivas, advirtió la Red de Padres Autismo Campeche. La organización instó a las autoridades a prohibir el uso de pirotecnia debido a los daños que ocasiona no solo a la ciudadanía, sino también a los animales y al medio ambiente.
Mariela Zapata Vives, presidenta de esta asociación civil, explicó que durante los últimos dos meses han llevado a cabo campañas de concientización en escuelas, dirigidas a padres de familia y especialistas, con el objetivo de fomentar una mayor comprensión y empatía hacia los niños con autismo en la sociedad campechana.
Sin embargo, lamentó que el problema se agrava cada día, ya que la pirotecnia afecta no solo a los pequeños con autismo, sino también a adultos mayores, animales, el medio ambiente y, en general, la salud de todas las personas, debido a la contaminación que se genera en las festividades navideñas.
Zapata Vives consideró que es incongruente que las autoridades permitan el uso de estos artefactos cuando el sector salud recomienda evitarlo por los riesgos que representa, especialmente para los niños. Además, señaló que el problema radica en que, muchas veces, son los propios padres quienes compran pirotecnia para sus hijos.
“Algunos niños con autismo pueden tolerar la pirotecnia, incluso les gusta, pero otros necesitan utilizar protectores de ruido o tapones. Les cuesta mucho trabajo dormir y, si logran conciliar el sueño, el ruido puede despertarlos, alterarlos y llevarlos a una crisis que puede tardar días en regularse”, explicó.
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En este contexto, la presidenta de la asociación hizo un llamado a los padres de familia y a la ciudadanía en general para que sean más empáticos, ya que la pirotecnia también afecta a personas enfermas y adultos mayores en los hogares. Asimismo, reiteró que las autoridades deben prohibir su uso no solo en Campeche, sino a nivel nacional.
“Los niños con autismo son muy sensibles, no todos, pero sí una gran mayoría. Los estruendos de la pirotecnia les causan dolor, ansiedad y miedo. Pueden entrar en crisis, autolesionarse, llorar durante horas y tardar mucho tiempo en estabilizarse. Es necesario que como sociedad reflexionemos sobre este tema”, subrayó.