En un riesgo de salud, se ha convertido el basurero de la comunidad de Nuevo Progreso 2, mejor conocido como kilómetro 27, perteneciente al municipio de Escárcega, debido a que los desechos y hasta animales muertos han invadido las orillas de la carretera, generando fétidos olores que llegan hasta las viviendas cercanas. Es momento de que las autoridades del lugar actúen, así lo dio a conocer Arely Santamaría, vecina del ejido.
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Desde hace más de dos meses, los habitantes de la comunidad del kilómetro 27 enfrentan este problema de contaminación. El basurero, que se ubica sobre la carretera estatal cerca del cementerio, al parecer no tiene la capacidad para recibir más basura, lo que ha ocasionado que los desperdicios empiecen a llegar a la orilla de la carretera.
Esto representa un riesgo de salud para las personas que viven cerca, los que acuden al cementerio a visitar tumbas, y para todos los residentes del poblado, ya que el viento esparce los fétidos olores hasta el interior de los domicilios.
Ante este problema, las autoridades del ejido no han hecho nada para remediar la situación de contaminación ambiental, cuando deberían haber buscado otro terreno fuera de la mancha urbana para el depósito de basura. Sin embargo, no se ha tomado ninguna acción para buscar una pronta solución.
La ejidataria ha decidido alzar la voz públicamente y solicitar a las autoridades municipales que verifiquen la situación del basurero del poblado y que obliguen a los comisarios ejidales y municipales a buscar una solución a este problema. De no actuar de inmediato y cambiar el basurero a otro sitio fuera del ejido, la situación podría convertirse en un grave problema de salud pública.
JGH