Alerta: Al menos ocho iglesias de Campeche corren el riesgo de desplomarse

Todas las iglesias de Campeche, sobre todo las más antiguas necesitan atención, pero siete u ocho están en condiciones críticas y requieren urgente intervención, alertó el Obispo de la Diócesis, Monseñor José Francisco González González al lamentar que las normas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sólo retrasan la rehabilitación.

“Hay varias parroquias que requieren mantenimiento. En Dzitbalché una está con el techo dañado; la de Tenabo, también estaba en condiciones pésimas y el párroco anterior logró repararla un poquito. La Catedral tiene detalles, no estructurales, pero sí de mantenimiento; y la de Calkiní, que fue una pena lo que sucedió”, señaló. Otro templo que también tiene daños es la parroquia a San Bartolomé Apóstol, con más de 200 años de construcción. Las principales afectaciones están en la bóveda de las escaleras y en las torres, la fachada luce deteriorada en gran parte, y en el interior, los feligreses han hecho algunos remedios con recursos propios; sin embargo, son insuficientes y cada año que pasa y no es atendido (el templo) se sigue agrietando, lo que da temor de que llegue a colapsar.

Consideró que el desplome del techo de la iglesia a San Luis Obispo, en Calkiní, el 29 de diciembre recién pasado, tiene que hacer reaccionar a todas las autoridades para que se responsabilicen y sean más preventivas, particularmente con los templos que tienen gran valor histórico y arquitectónico. Monseñor González reconoció que la humedad y el sol hacen que la construcción en la Entidad esté “bajo la lupa”, y en el caso especial de las iglesias, todas necesitan mantenimiento, aunque son entre siete y ocho las que se encuentran en condiciones críticas y representan un riesgo en la estructura.

“Hecelchakán es una de ellas, por su grandeza requiere cierta atención; Hopelchén está bien, es una iglesia bastante importante; Dzibalchén, no es antigua como la de Bolonchén y se le ha dado el mantenimiento que nos permite el INAH porque todas necesitan permiso para darles atención con los pocos recursos que se pueden conseguir”, explicó. Y abundó que, en la iglesia a San Francisco de Asís Extramuros, en la capital, el padre Miguel pudo arreglar un poco del techo al impermeabilizarlo. También comentó que ha tenido acercamiento con el INAH, pero sus protocolos hacen que las respuestas sean lentas, como ocurrió con la iglesia a San Luis Obispo donde su párroco había avisado del deterioro del techo y no recibió contestación, situación que generó que el techo colapse.

“Protección Civil, el INAH, el seguro de parte de Asociaciones Religiosas, están viendo la manera de cómo se puede reconstruir (la cúpula). Están valorando qué tanto daño tiene el resto del techo y a lo mejor se tiene que reconstruir gran parte de los casi 37 metros de largo que tiene”, subrayó.

San Bartolomé Apóstol En Tepakán, municipio de Calkiní, la iglesia a San Bartolomé Apóstol presenta graves daños en diversas partes de la fachada, en la bóveda de las escaleras y las torres que adornan la histórica parroquia con más de 200 años de construcción, la cual -a decir de los pobladores- se encuentra muy abandonada por parte de las autoridades del INAH, pues ellos mismos han hecho algunos remedios, sin embargo, son insuficientes.

En una publicación que POR ESTO! dio a conocer, se mostraron las condiciones del templo de Tepakán, Comisaría Municipal con poco más de dos mil habitantes. Por lo anterior, llegó personal del Estado y de Protección Civil municipal, para conocer las condiciones del inmueble constatando el grave daño que presenta la infraestructura, “sobre todo en la bóveda de las escaleras para llegar al campanario que tiene sendas cuarteaduras que podría derrumbarse en cualquier momento”, así lo mencionó el director de Protección Civil de Calkiní, Mateo Ordoñez Kantún.

Al revisar el techo apreciaron algunos daños que están a tiempo de ser atendidos para evitar una desgracia como la ocurrida en la cabecera de Calkiní. El sacristán Alfredo Jesús Cuevas Kob narró que, en el interior de la parroquia a San Bartolomé Apóstol, en la antigüedad enterraban a los difuntos de la localidad, prueba de ello son las placas con nombres de los que ahí yacen. Por su parte, el sacerdote Marcelino May Canul, de la parroquia a Nuestra Señora del Pilar, patrona de Tepakán, ha contado con la ayuda voluntaria de algunos albañiles para remendar las partes dañadas; sin embargo, la mayor preocupación está en las escaleras para llegar al campanario que tiene una cuarteadura profunda que abarca del techo hasta el suelo.

JY