Estamos de luto y lo hemos estado desde que no hemos podido garantizar que nuestras mujeres carmelitas tengan acceso a una vida libre de violencia, señaló, Roxana Salas Tovar integrante del colectivo feminista “Atípicas Carmen” al lamentar que de nuevo el municipio se haya convertido en el primer sitio donde se registre feminicidio como sucedió con Elizabeth, pero que además, otra jovencita decidió quitarse la vida y aunque se desconoce si fue por un asunto de género, es una realidad que la violencia en todas sus formas escala a niveles inimaginables.
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Luego de las trágicas noticias que se supieron el pasado lunes, la abogada feminista, reconoció que, fue lamentable que, a dos días de celebrarse el día internacional de la mujer, la violencia feminicida nos está tocando las puertas y se está llevando a integrantes de la comunidad, pues se trata del primer evento de este tipo del año en el Estado.
Señaló que después de lo sucedido con Elizabeth, sean cada vez más las personas que en completa desfachatez digan que eran testigos de que era violentada, pues jamás buscaron canalizarle ayuda, hasta que llegó el día, en que las agresiones escalaron a un punto sin retorno. Criticó que, mientras mujeres y hombres estaban más preocupados por el Carnaval, la familia de Elizabeth clamaba por justicia, pero además en otra familia, se siguen preguntando porque Melissa de 16 años, decidió terminar con su vida.
“Lo que pasó este fin de semana, es el terrible ejemplo de que la violencia misógina y machista escala a su grado más perturbador que es el feminicidio, como sucedió con Elizabeth, luego de que la privaran de la vida, los círculos de violencia mayormente son silenciosos y mortales”, sostuvo.
Salas Tovar, dijo que hoy día vemos los estragos que genera la violencia por razón de género en el tejido social, desde el momento en el que hay un agresor acabando con la vida de una mujer o una mujer acabando con la suya por ser víctima de violencia, en referencia al caso de Melissa, que si bien el suicidio es así, se desconoce que la pudo haber llevado a eso, sobre todo si estaba en un ciclo de violencia físico, psicológico, sexual, digital que pudo haber escalado a este desenlace de terminar con su vida.
“Estamos de luto y lo hemos estado desde que no hemos podido garantizar que nuestras mujeres carmelitas tengan acceso a una vida libre de violencia, el ocho de marzo no se celebra, ese día con más fuerza seguiremos exigiendo que haya impartición de justicia con perspectiva de género, que sea eficiente, con acceso a la información, transparencia, para que las instituciones que dicen proteger los derechos de la mujeres, cumplan con su misión, y así tengamos confianza en ellas instituciones, de lo contrario seguirá escalando la violencia, ahora nos damos cuenta que llevar a la cárcel a un feminicida, pedir que perdonemos al victimario y que nos den una remuneración no es la solución en contra de la violencia de género”, concluyó.
