
Cómo el inicio del periodo de penitencia, desde ayer, la taumaturga imagen original de la patrona de la Diócesis de Campeche, la Virgen del Carmen, porta una mantilla en color negro, para que la feligresía recuerde que la cuaresma es un tiempo de penitencia, ayuno y oración, así lo dio a conocer, José Francisco Verdejo Aguilera, rector del Santuario Mariano Diocesano, al significar que, de esta manera, la madre de Dios acompañará a sus hijos en estos 40 días de tiempo penitencial.
De acuerdo al presbítero, las mantillas color negro tienen un significado particular para aquellas mujeres en años atrás, por ejemplo, nuestras madres y abuelas, quienes las usaban como una señal de duelo por la pérdida de un ser querido. Hay quienes aún acostumbran a usar de otros colores para acudir a misa, aunque es poco usual.
“Con esto se ha querido significar que nuestra Madre Santísima del Carmen nos acompaña en este tiempo penitencial para alentarnos a renovar nuestras prácticas cuaresmales, esas acciones que de repente olvidamos por las prisas del día a día, se dijo el pasado miércoles de ceniza que en estos 40 días debemos practicar la oración, penitencia y caridad, solo así nuestro corazón estará preparado para la pascua”, reiteró.
Señaló que existen muchas maneras en las que se pueden aplicar las prácticas cuaresmales, sin embargo, si nos apegamos a las tres esenciales, seguramente entenderemos por qué este periodo es relevante para el creyente católico. Explicó que, la oración, es indispensable para nuestro encuentro con Dios; la penitencia, debemos realizarla cotidianamente y sin necesidad de grandes sacrificios; y la caridad, que es fundamental para llegar a la Pascua santificados.

Sobre el color negro de la mantilla y si esto genera una imagen distinta de la que comúnmente se ve a la Virgen del Carmen, Verdejo Aguilera detalló que, las mantillas negras, son propias de la cuaresma, principalmente del Jueves Santo y Viernes Santo, representando luto por el señor crucificado; mientras que, las blancas, utilizadas durante el Domingo de Resurrección y el resto del año, son un símbolo de la pureza y la alegría del triunfo de Jesús sobre la muerte.
El rector del Santuario Mariano Diocesano de Nuestra Señora del Carmen sostuvo que esta es una forma más, en la que buscan enviar el mensaje de cuaresma, pues lejos de pensar en si comer carne o no, atendiendo las prácticas cuaresmales se podrá llegar a la pascua con el corazón dispuesto para vivir la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo en abril próximo con la Semana Santa.
Cabe señalar que, pasado este tiempo penitencial de la cuaresma, sagrada imagen de la Virgen del Carmen, volverá a lucir su hermosa mantilla blanca, simbolizando la alegría por la resurrección de nuestro señor Jesucristo, su amado hijo.