Las jaurías de perros ferales al interior del Puerto Industrial “Isla del Carmen”, es motivo de análisis por parte de personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de asociaciones civiles locales, pues deben buscar alternativas que solucionen su presencia, ya que son una amenaza para el charrán mínimo que formó una colonia en ese lugar.
La reubicación y esterilización de estos perros podría ser una solución alterna, pero no definitiva, pues no acabaría con el problema y la amenaza constate para esta ave migratoria, pero así también de otras especies como las tortugas marinas que llegan a depositar sus huevos, externó, Denis del Ángel Pérez Reyes, técnico de campo del Campamento de Playa Norte.
Recientemente estuvo personal de la Profepa en Ciudad del Carmen, para hacer una inspección de rutina al Campamento de Playa Norte, donde analizaron el sitio y las amenazas que existen, uno de los temas fue el control de los perros callejeros; sin embargo, estos no son ferales, se alimentan de los restaurantes, pero están acercándose con los dueños de los negocios para pedirles que si los adoptaran eviten que anden por todos lados.
Explicó que, atrás de la Concha Acústica hace muchos años se formó la primera colonia de charranes en una zona urbana, se hicieron muchos esfuerzos, pero de dos años a la fecha, esta migró justo por la presencia de los perros y de los humanos, se fueron hacia el Puerto Industrial “Isla del Carmen”, desafortunadamente el año pasado acabaron con todos los huevos y hasta con pollos.
“El charrán mínimo es un ave migratoria que fue desplazada y depredada por el asentamiento urbano, pero también por la jauría de perros que se encuentra en el recinto portuario, dentro de las acciones platicadas con Profepa está capturarlos, esterilizarlos y soltarlos en el área, sería una de las acciones, pero un animal que durante muchos años ha tenido ese comportamiento, difícilmente cambie, esta sería una alternativa”, comentó.
Pérez Reyes, agregó que es un tema muy complicado, pues de entrada el esfuerzo que hace el ave de viajar durante miles de kilómetros hasta Ciudad del Carmen, para alimentarse, reproducirse, pero además, no se puede hablar de un control masivo de sus depredadores pues también existen quienes protegen a los perros, por lo que, junto a la Profepa buscan mecanismos de control, pues viendo el panorama más amplio, estamos en Área Natural Protegida, la cual debemos preservar a muchas especies porque cada una tiene una función en el ecosistema.
JY