Santuario de iguanas deslumbra por su belleza en Ciudad del Carmen

Más de 100 iguanas verdes son alimentadas a diario por “Patay”, un activista carmelita que durante los últimos años ha convertido un tramo del Malecón de la Caleta en Santuario de este reptil. Su trabajo es arduo no sólo por criarlas, sino por evitar que sean atropelladas e incluso robadas para convertirlas en exóticos platillos.

Recientemente fue colocado un letrero para delimitar el Santuario de las Iguanas en el Malecón de la Caleta, a la altura de la calle 86, de la colonia San Carlos. En la zona Rafael Escalante Peralta, mejor conocido como “Patay”, mantiene unas cajas de madera donde coloca variedad de frutas para que coman.

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Aparte del embellecimiento que se le dio al lugar con la pinta de siluetas de iguanas, han sembrado pasto como una medida de protección, ya que al ser una vialidad muy transitada bajan del mangle y atraviesan la avenida, “en ocasiones me vienen a buscar a mi vulcanizadora que está enfrente, lo que ha provocado el riesgo de ser atropelladas”.

Aunque no ha tenido registro de accidentes, pues está pendiente de ellas todo el día, agradece que los conductores ubiquen el Santuario de las Iguanas de la Caleta al reducir la velocidad, además de que el “cerco” de pasto fue muy acertado. Sin embargo, contó que existe la “amenaza” de los humanos, pues a muchos les gusta comer iguana asada y se han dado casos en que llegan a la zona a robarse algunos reptiles.

Rafael Escalante “Patay” lleva años protegiendo a la especie que ha multiplicado su población / Perla Prado

Recordó que hace algunos años era común la captura de estos animales, pero en la actualidad, conforme se va intensificado el cuidado de las especies, cuando alguien se acerca con actitud extraña lo ahuyenta con la advertencia de que llamará a las autoridades.

“Patay” señaló que en México las iguanas verdes se reproducen en 17 Estados que son Sinaloa, Nayarit, Colima, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Morelos, Puebla, Veracruz, Tabasco, Durango, Quintana Roo, Tamaulipas, Yucatán y Campeche.

Por su belleza y deslumbrante color podría verse amenazada la población de este reptil, por lo cual fue incluido en la categoría Sujeta a Protección Especial (SPE) de la NOM-059-SEMARNAT-2010, lo que hace necesario propiciar la recuperación y conservación.

Santuario deslumbra por su belleza / Perla Prado

Por último, mencionó que hay gente que asegura que son plagas y que acaban con la naturaleza, incluso hay quienes las matan; sin embargo, en el Apéndice II de la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), se encuentran enlistadas como Especie Amenazada que puede llegar a estar en peligro de extinción, a menos que se controle su comercio ilegal, justamente porque hay quienes las capturan para elaborar platillos exóticos o para tenerlas como mascotas manteniéndolas en cautiverio, lejos de su hábitat para su reproducción.

La iguana verde también es conocida como “iguana común”, pertenece a la familia Iguanidae. Vive principalmente en los árboles y puede medir hasta dos metros de largo de la cabeza a la cola, y poner hasta 70 huevos.

Su color puede variar según el estado de ánimo, temperatura, salud y edad; cuando están jóvenes son de un verde intenso y conforme se vuelven más adultas pasan de verde olivo opaco a verde grisáceo. Adquieren el tono naranja durante la temporada de reproducción a fines de otoño o principios de invierno, además de que el aire cálido acelera el cambio de la coloración

JY