La crisis económica que persiste en Ciudad del Carmen ha traído consecuencias para los locatarios del mercado principal “Alonso Felipe de Andrade”, pues algunos que tenían empleados han decidido despedirlos y encargarse por completo del negocio debido a que hay días en que no tienen ni una sola venta, lo que los ha orillado a no cumplir con sus obligaciones patronales, señaló Deysi María Briceño Rosado, presidenta de Comerciantes y Locatarios Unidos.
Según explicó la dirigente, los comerciantes que venden insumos para preparar alimentos o hacen comida en el centro de abasto para consumir ahí o para llevar son los únicos que pueden salvar sus ingresos, pero el panorama no es el mismo para quienes venden ropa, zapatos u otros artículos, ya que las ventas se han desplomado.
Consideró que la crisis económica empezó a sentirse desde octubre del año pasado, y aunque muchos creen que son sólo versiones mediáticas, hay quienes sufren la realidad y justamente son los emprendedores, ambulantes y comerciantes de los mercados, pues todos viven del día a día; es ahí donde se dan cuenta de que la gente gasta únicamente en lo importante, que son los alimentos y servicios del hogar.
Aunque enero y febrero antes eran los meses más complejos, los locatarios del mercado ven con tristeza que esto se ha alargado y recrudecido, puesto que los artículos que no logran vender algunos de los agremiados de su organización no es porque sean caros, sino porque la gente prioriza lo urgente, y esto ha llevado a muchos a tomar la decisión de despedir personal.
Briceño señaló que mayormente cada locatario tiene mínimo un empleado: esto les permite estar al tanto de su negocio y de su hogar; en algunos casos los ayuda a descansar un poco más. El problema radica en que en este último mes los comerciantes han tenido que despedir a sus empleados porque lo que venden no les alcanza ni siquiera para cubrir sus salarios; en ocasiones no les sale ni para el transporte, por lo que la crisis petrolera no sólo está generando despidos en la industria, sino para todos, aclaró.
Ella, como comerciante de carnes, pese a ser un artículo de primera necesidad, se esperanzó en el inicio de la Cuaresma, pero el primer viernes que fue el de la semana pasada la dejó muy sorprendida, pues no vendió; panorama que se multiplicó en sus compañeros, quienes dijeron que posiblemente los viernes de la Cuaresma preferirán cerrar, antes de que pierdan al descomponerse sus productos o que ni siquiera salga para pagarles a los trabajadores.
Finalmente confió en que las cosas mejorarán conforme PEMEX cumpla con lo que prometió a los empresarios el pasado lunes; de lo contrario, no saben cómo le harán para cubrir las necesidades básicas de sus hogares.
JY