La más reciente red de estafa al interior de la Torre de Petróleos Mexicanos, presuntamente encabezada por el exsecretario ejecutivo de Pemex Transformación Industrial, Braulio Francisco Mena Palacios, quien habría defraudado a más de mil personas con la venta de plazas de hasta 500 mil pesos, no es la primera ni la última mala práctica que se ha mantenido en la empresa, denunció el líder petrolero Jorge Luis Ríos Robles. Lamentó que ese círculo vicioso, que se pretendió erradicar con las basificaciones, continúe vigente y que, en la actualidad, si no son las secciones sindicales, son los funcionarios de PEMEX en todo el país quienes están cobrando.
Para el petrolero jubilado, quien ha mantenido la lucha por los derechos laborales de quienes trabajan para la empresa, la red de corrupción desenmascarada al interior de la Torre de PEMEX, con la venta de plazas por medio millón de pesos para obtener empleo en las refinerías de Tula, Hidalgo, y la Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, es solo una más de las tantas evidencias de corrupción que no son ajenas para las autoridades. A pesar de que estas irregularidades han sido denunciadas en múltiples ocasiones, no han querido actuar.
Lamentó que lo que hoy ocurre no es nuevo, ya que los mismos trabajadores han mantenido el círculo vicioso. A pesar de las advertencias de que PEMEX no cobra por trámites, siguen permitiendo que todo lo resuelva la sección sindical a la que pertenecen. Es en ese espacio donde operan los estafadores tanto dentro de las secciones sindicales como al interior de la empresa.
“Siempre ha existido. Esta fue la razón por la que el expresidente Andrés Manuel López Obrador dijo que las basificaciones iban a ser directamente entre PEMEX y el trabajador. En el STPRM es muy común esa práctica, ya que a todos los que firmaban planta les pedían 500 mil pesos. La gente se acostumbró, es un círculo de corrupción que empezó a cambiar con la disposición del expresidente, quien ordenó dar base a 30 mil trabajadores. Sin embargo, solo algunos lograron evitar ese fraude, porque, a la fecha, siguen pidiendo entre 20 y 50 mil pesos”.
Explicó que, para evitar la corrupción y la venta de plazas, PEMEX puso a disposición de los trabajadores la plataforma digital ASISTE, donde el trabajador registra su antigüedad y ubicación para agilizar su basificación, además de detallar su especialidad y capacitación para ser tomado en cuenta en el Centro de Trabajo. Este trámite es personal y es analizado y autorizado por el área de Concertación Laboral, anteriormente Recursos Humanos.
“Muchos están desesperados porque desde 2022 hasta 2025 no han sido basificados, pero hay que recordar que el 31 de diciembre de 2013, en la Torre de PEMEX, se colocó una bomba que provocó una explosión y carbonizó todos los datos. Por eso el director anunció este proceso y pidió que enviaran nuevamente la información. Sin embargo, el trabajador no entiende, quiere que el sindicato haga todo, y es ahí donde los estafan. No siguen el protocolo. La misma plataforma ASISTE lo dice: la empresa no cobra por ningún trámite. Les advierte que no paguen, pero se han acostumbrado a la corrupción”, sostuvo.
Ríos Robles lamentó que, pese a esta gran iniciativa contra la corrupción, el problema persiste, ya que la “mano negra” de las secciones del STPRM sigue interviniendo. Denunció que están incluyendo a personas con menor antigüedad, cuando la orden original era de mayor a menor. Actualmente, están basificando a quienes tienen nueve años de antigüedad, pero hay trabajadores con entre 10 y 26 años de servicio que no han realizado el proceso porque las secciones están metiendo personas a través de Recursos Humanos, a quienes les cobran jugosas cuotas.
Finalmente, el dirigente animó a los trabajadores petroleros en espera de su basificación a demandar sus plazas, que están siendo entregadas a personas con menor antigüedad, y a denunciar las presiones para el pago de cuotas con el fin de mantener su puesto en un centro de trabajo.
JY