Por construir sin permisos municipales, por tercera ocasión, personal de la dirección de Desarrollo Urbano suspendió una obra a la altura del kilómetro 137 de la carretera federal 180 en las inmediaciones de Atasta. El hecho provocó que el particular identificado como “César” ordenara a decenas de albañiles bloquear la vía de comunicación, pese a que no le asistía la razón. La situación sumó una gota más al hartazgo de terceros afectados, quienes mencionan que, por cualquier hecho, a los pobladores se les hace fácil hacer bloqueos, por lo que ya va siendo momento que les pongan un alto.
Filas de varios kilómetros y tránsito a “vuelta de rueda” durante más de cinco horas fue lo que, de nueva cuenta, experimentaron viajeros en su paso por la Península de Atasta. Alrededor de las 13:00 horas se informó que albañiles de una obra habían atravesado palos y piedras en la carretera en protesta porque autoridades municipales habían suspendido la obra en la que estaban trabajando.
Trascendió que personal de la dirección de Desarrollo Urbano se apersonó a la “majestuosa” construcción a la orilla de la Laguna para pedirles que exhibieran el permiso correspondiente. Al no exhibirlo, notificaron que procederían a iniciar la suspensión para la regularización por parte del propietario, identificado solo como “César”.
Aparentemente, el contratista de la obra no supo manejar adecuadamente la situación y, lejos de llamarle al dueño del proyecto, ordenó a sus trabajadores bloquear la carretera bajo el argumento de que dejarían sin empleo a más de 30 familias de Atasta pueblo.
La primera vez que fue suspendido, se apersonaron para pedir permiso para construir una barda. En otra inspección en la zona, los sorprendieron al ver que no solo habían hecho un muro, sino que rellenaron con el doble de la superficie de su predio hacia la Laguna. Empezaron a hacer pilotes, pareciendo que construirían una marina con helipuerto, y por segunda vez suspendieron la obra. En esa ocasión, al personal le dijeron que SEMARNAT ya había llegado y que si a ellos los habían corrido, al Ayuntamiento también le harían lo mismo. De todas maneras, se suspendió el proyecto. Se les dijo que, al tratarse de un Área Natural Protegida, no solo tienen que hacer permisos de construcción ante el Gobierno, sino que además necesitan el aval de la SEMARNAT y la CONANP, pero no les importó.
En el último recorrido de inspectores de Desarrollo Urbano, ya no solamente estaban los pilotes, sino que ya habían trabajado en un castillo y ese fue el motivo por el que les suspendieron esta tercera ocasión. La orden del contratista o líder de los albañiles fue no solo detener al personal de la dependencia, sino bloquear la carretera.
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El hecho causó indignación entre la población de la Península de Atasta, así como entre quienes se movilizaban. En redes sociales, las personas escribían a los avisos del bloqueo que a los habitantes se les ha hecho fácil tomar esas medidas, aunque no les asista la razón, generando hartazgo y mala imagen porque nadie va a querer venir por temor a que en cualquier momento alguien no le guste algo y proceda a bloquear. Por lo que ya es hora que no toleren estas acciones.
