Cultura

Madre y Muerte. Historia de un mismo nombre

Ivi May Dzib

VII —Tenía miedo que los perros mordieran sus partes.

—Que la dejaran hecha un despojo como lo han hecho con muchas.

—A nadie se le culpa por no salir de casa.

—A ella cualquiera la culparía de atentar contra el orden público, por no superar una pérdida.

—Atentar contra el orden, porque ella no debería de hacer esa labor, hay personas capacitadas para eso.

—Fue entonces que logró cruzar todos esos baldíos otrora pavimentados.

—Fue entonces que logró pensar que había un atisbo de esperanza para que así no se le helara la sangre.

—Fue entonces que por primera vez se le ocurrió pensar cómo sería ese ser llamado Árbol con espinas en forma de cruz y si en verdad la ayudaría.

—¿Quién te ayuda en estos tiempos?

—Seguramente dirán “son muchos los que te ayudan”, pero no, no es verdad.

—Y ya lejos del griterío solo reinó el silencio.

—Como dijo la Noche.

—Aparentemente intacta, el silencio la invadió y llegó a sentir una punzada en el estómago, parecida a la que sintió cuando supo que su pequeña hija no estaba.

ÁRBOL CON ESPINAS EN FORMA DE CRUZ: Una mujer que quiere estar muerta aparece ante mí a estas horas de la noche.

MADRE: No quiero morir sin antes volver a ver a mi hija.

ÁRBOL CON ESPINAS EN FORMA DE CRUZ: Es más seguro que lo último que veas sea una pistola apuntándote a la cabeza.

MADRE: Quiero que me ayude a encontrar a mi hija.

ÁRBOL CON ESPINAS EN FORMA DE CRUZ: ¿No ve que en este lugar no hay nadie? Su hija ya se fue con ellos o con los otros o seguro ya la mataron.

MADRE: Si ya la mataron quiero ver su cuerpo.

ÁRBOL CON ESPINAS EN FORMA DE CRUZ: Es usted una Madre.

MADRE: No me diga que me ciega la esperanza. Piense que alguien haría lo mismo por usted si fuera uno de sus hijos al que se llevaron.

ÁRBOL CON ESPINAS EN FORMA DE CRUZ: Yo no tengo hijos. Para qué exponerlos a esta soledad.

MADRE: Cuando los tienes no dejas de quererlos.

ÁRBOL CON ESPINAS EN FORMA DE CRUZ: No necesariamente ¿Qué quieres de mí?

—Un poco de compasión, ¡hijo de puta!

—Deberías guardar silencio, por respeto al público.

—¿Respeto?

MADRE: Primero quiero que las voces se callen, que dejen de golpear mi cabeza.

ÁRBOL CON ESPINAS EN FORMA DE CRUZ: No soy médico.

MADRE: Lo sé, sé que es usted. Pero si me da la información que necesito esas voces van a callar.

ÁRBOL CON ESPINAS EN FORMA DE CRUZ: Si sabes qué soy, no entiendo por qué viniste conmigo.

MADRE: Me dijeron que usted me ayudaría.

ÁRBOL CON ESPINAS EN FORMA DE CRUZ: ¿Te dijeron a cambio de qué?

MADRE: No.

ÁRBOL CON ESPINAS EN FORMA DE CRUZ: Porque nada es a cambio de nada.

—¡Hijo de puta! Habría que castrar al muy cerdo.

MADRE: Qué es lo que quiere.

ÁRBOL CON ESPINAS EN FORMA DE CRUZ: Estás desesperada, pero no eres ingenua. Sabes qué quiero.

MADRE: Solo dígame dónde está.

ÁRBOL CON ESPINAS EN FORMA DE CRUZ: Nada es a cambio de nada.

—¡Eso es ser un verdadero maricón!

Continuará.