Ivi May Dzib
Apuntes de un escribidor
Por falta de pago, ya que la directiva les debe más de seis meses de sueldo, los jugadores de los Tiburones Rojos de Veracruz quisieron realizar una protesta simbólica para ejercer presión a la directiva, por lo que se quedaron sin jugar los primeros cuatro minutos del encuentro que disputaron contra Los Tigres de la UANL, el rival aprovechó la situación y en esos primeros cuatro minutos anotó dos goles, el juego continuó, ya con el equipo local integrado al partido, el marcador final fue 3 a 1 a favor de los Tigres, pero este hecho se convirtió en noticia internacional y mostró la falta de empatía de los equipos ricos y sus integrantes hacia los equipos menos favorecidos.
En teoría, los capitanes de ambos equipos habían acordado que, por un gesto de solidaridad, ninguno de los jugadores se movería durante los tres primeros minutos, pero los Tigres, en un gesto antideportivo y poco solidario, rompieron el acuerdo. Esto puede tener múltiples lecturas, pero también es una forma de ver la situación del país, donde los que reciben órdenes pocas veces se ponen a cuestionar los actos que les ordenan hacer, se presume que fue el técnico Ricardo Tuca Ferreti quien dio la orden de que se jugara el partido a pesar de que el equipo contrario no hizo por disputar la pelota, bajo la premisa de que llegaron a jugar. Esta actitud es reprobable, ya que Ricardo Ferreti no quiso hacer enojar a los de arriba ni ser cómplice de la exigencia de justicia, en un negocio donde aquello que no se han dejado pisotear han sido excluidos del balompié nacional, arruinándoles la carrera de por vida.
La situación de los Tiburones Rojos de Veracruz es una muestra de la podredumbre que existe en la Federación Mexicana de Fútbol, donde el dinero ha rebasado al deporte. De entrada, el equipo de Veracruz no debió de jugar en primera división este año, ya que descendió y pagando una cantidad de millones compró su estancia en el máximo circuito. El dueño del equipo, Fidel Kuri Grajales, quien es miembro del PRI y ha sido diputado en dos ocasiones, pagó a la federación pero se olvidó de pagarle a los que conforman el equipo. La federación no ha intervenido de manera enérgica para resolver el conflicto, ya que el dinero que aporta compra todas las voluntades.
Fidel Kuri declaró recientemente que la culpa de lo ocurrido en el partido contra los Tigres la tenía el experimentado jugador Carlos Salcido, quien ha sido vocero de su equipo para exigir sus derechos, ante esto el dueño del equipo argumenta que Salcido le está metiendo malas ideas a sus compañeros, cosa que no debería de hacer ya que va de salida. Echarle la culpa a quien lucha por sus derechos y no señalar a quien los pisotea es muy común en el país y en todas las luchas donde está por delante la palabra justicia. En este país los poderosos, sobre todo los políticos, la tienen comprada, y al saberse impunes son capaces de dejar en la calle o sin dinero a la gente que trabaja. Cuando hay mucho dinero de por medio, la impunidad es garantía para quien puede pagarla, sobre todo si los directivos forman parte de un partido político.
La actitud de los jugadores de los Tigres es vergonzosa; se pusieron de parte del empresario opresor y no de sus colegas, no sabes en qué momento estarás del otro lado, pero un gremio que no está unido lleva las de perder, quien apoya al tirano y no le da fuerza a u propia voz vivirá rehén de los caprichos de las cabezas de la institución. Hablar de fútbol no es solo hablar de ocio, sino también de política; por cierto, el próximo domingo se debe de jugar el clásico más importante del fútbol mundial, Barcelona vs Real Madrid, pero eso no sucederá, ¿saben lo que ocurre en Cataluña?