Una multitud ocupa los alrededores de la Casa México en La Habana Vieja. Varias personas, mujeres, hombres y niñas muestran orgullosos sus rostros maquillados con calaveras, trajes alegóricos y portan en sus manos velas encendidas. Celebran la tradición mexicana del Día de Muertos.
Dentro de la hermosa casa, dedicada al Benemérito Benito Juárez e inaugurada hace 31 años por el Dr. Eusebio Leal, historiador de La Habana, el Sr. Agustín Rodríguez de la Gala, embajador de la hermana nación da la bienvenida a los visitantes; el primer secretario, Sr. Javier Villaseñor Alonso, ofrece una explicación del significado para los mexicanos de esta celebración, y el director de la casa desde su fundación, el Sr. Miguel Hernández, invita al numeroso público a degustar el muy famoso “pan de muertos” con una taza de chocolate y visitar el altar erigido en la sala de exposiciones.
El altar, magnífico y elegante, asombra a todos por sus mil detalles. La Virgen de Guadalupe lo preside y el público va descubriendo las ofrendas que se han distribuido a todo lo ancho y alto de un tercio de la habitación.
Poco después, en procesión, todos vamos por la calle Mercaderes hasta la de Amargura, donde se encuentra el Teatro Retazos, en cuyo patio se celebrará la velada cultural, con demostraciones de lo mejor de la cultura mexicana.
Bailes y cantos se combinan para ofrecer en La Habana una noche inolvidable.
¡Gracias México!