Cultura

Por Roger Aguilar Cachón

La revista de La Pequeña Lulú fue creada por Marjorie Henderson Buell en los Estados Unidos de Norteamérica (The Little Lulu Show), primero como viñeta (del 23 de febrero de 1935 al 30 de diciembre de 1944) y, posteriormente, a partir de 1945, se comenzó a publicar de manera semanal. Gracias a la mano del dibujante John Stanley, La Pequeña Lulú comenzaría una vida ya como una serie que siempre contó con la colaboración de su creadora.

Esta revista fue aceptada en nuestro país; el de la letra recuerda que en su infancia, allá por los años sesenta, ya estaba en los estanquillos esta revista que llegó en colores para el gusto de chicos y grandes. Su publicación era de carácter semanal y se publicaba bajo la firma de Editorial Novaro. Muchas fueron las revistas que se publicaban en estos años, pero lo que hace interesante estas historias, es la manera en que la protagonista quiere hacer lo posible para poder ser admitida al famoso Club de Tobi, más adelante daremos detalles.

Referirnos a La Pequeña Lulú es hacer hincapié a los primeros pasos de lo que hoy conocemos como inclusión, desde esos lejanos años ya había una presente discriminación hacia las mujeres, y una de las mejores maneras de acercarnos a este tipo de agresión –por llamarla de alguna manera– es por medio de una revista en donde el problema se “viste” de manera normal para aquellos tiempos.

El denominado Club de Tobi puede ser una analogía de trabajo, ascensos y logros que las mujeres de siempre y aún hoy día han luchado por tener la posibilidad de ocupar el lugar de los hombres en el aspecto profesional y legal. No se trata en el caso de la pequeña Lulú de ser aceptada en el mencionado Club, sino de las fronteras que han existido siempre.

Remitirnos a La Pequeña Lulú es trasladarnos a los años cuarenta y cincuenta, donde se desarrolla la historia para poder entender la lucha de clases entre los protagonistas de la revista y poder entender las relaciones que se establecían de hermandad, amistad y de lucha por salir adelante. Hoy en día y siempre han existido las Lulús en todas las sociedades, es un retrato de la sociedad americana en donde se retrata a una sector de clase media que trata por salir adelante por medio del ejemplo y el respeto. Se retrata a una familia dentro de lo normal.

Lulú Mota, la protagonista de esta historieta, es una niña de 10 años de edad, hija de dos personas que se les representa de entre 40 y 50 años, Jorge y Marta Mota. Se supone que el padre es empleado y la mamá se dedica a las labores del hogar. Tratan de darle un buen ejemplo a su hija. Lulú es pequeña de estatura, viste con ropa muy sencilla y trae el cabello rizado en bucles o como llamaríamos los yucatecos de chorros. Sus papás tienen la ilusión que su hija aprenda a tocar piano y ser una virtuosa del instrumento, ya que este les da un plus en su vida media. Lulú tiene una amiga entrañable y es la única que tiene derecho de picaporte en la casa de la familia Mota. Su amiga se llama Anita, es de su misma edad y es hermana o gemela de Fito o A. J., uno de los amigos del antagonista de esta historia. Esta niña, amiga íntima de Lulú, viste de manera muy holgada o un poco sucia, trae el cabello siempre revuelto y posee unos grandes dientes que hacen que tenga una presencia un poco curiosa. Es la amiga que la defiende de sus problemas y en algunas ocasiones le ayuda a solucionarlos. Es de familia de igual nivel que los Mota, aunque en la revista o historieta no aparecen sus papás.

Tobi Tapia es el antagonista y siempre está en pelea con Lulú, a quien le impide por todos los caminos la entrada a su famoso lugar solamente destinado a los niños: el Club de Tobi. Al igual que la protagonista, tiene 10 años y vive cerca de su casa, es un niño regordete que viste de pantaloncillos cortos y lleva siempre una gorrita tipo marinero. Es un niño como muchos que le gusta molestar a Lulú, aunque en ocasiones se estén peleando, uno depende del otro y lograr superar algunos problemas; pero como niño que es tiene la mentalidad de que las niñas son molestosas y solo están para causar problemas y para evitar que ella o sus amiguitas traten de ingresar a su famoso club tiene puesto a la entrada del mismo un letrero que dice “No se admiten mujeres”.

Tobi se cree importante y le gusta estar siempre metido en problemas, y en algunos casos investiga algunos misterios que se le presentan, por eso adopta la figura de un personaje que el se hace llamar la Araña; cuando hay algo que averiguar, este exclama que “es un caso para la Araña”. Al igual que la familia Mota, los padres de Tobi quieren que aprenda a tocar el violín. Conforme se desarrollan las historias podemos ver que a él le gusta una niña rubia que aparece en la historia y es su vecinita de nombre Gloria, aunque su verdadero amor siempre es y será Lulú.

Los integrantes del Club de Tobi son niños de la misma edad que siempre están viendo como ganarle a los Chicos del Oeste, que son pendencieros y buscan problemas. El presidente del Club es un niño llamado Tino, de la misma edad que Tobi, se caracteriza por ser el líder del grupo y siempre está tratando de hacer las cosas llevando siempre el protagonismo. Es el mejor amigo de Tobi y siempre viste de camisa verde y boina. Otro de los integrantes es Lalo, es un niño rubio, amigo de ambos y se caracteriza por llevar una gorra que asemeja una corona. Cada uno de estos niños tiene una representación en el entramado social, aunque todos pertenecen al Club, cada uno tiene una personalidad que los hace diferentes. Tino es el que se lleva los laureles, ya que además de ser el mero mero, tiene novia, de nombre Susie, de la misma edad que Lulú. El tener novia lo hace ver mayor y le da más estatus. También esta otro niño de nombre Eddie, quien es hermano de Gloria y novio de otra de las amigas de Lulú, Margarita.El Club tiene dos integrantes más que son la imagen misma de Tobi, que aunque no aparecen seguido en las historietas, cuando lo hacen son de la misma edad y visten igual que su primo, pantaloncito corto y sombrerito de marinero.

Hay otro niño en la historia que es el rico y guapo del barrio, se llama Pepe del Salto; como se mencionó, tiene la ventaja de ser el “carita” y por esta razón todas las niñas están prendadas de él, incluso la rubia de Gloria, quien al igual que Pepe tiene las mismas características que él, lo que hace que todos los niños se encuentren enamorados de ella. Aunque se menciona que a ella el único que le gusta es Pepe, quien dicho sea de paso no pertenece al Club de Tobi. Hay que mencionar que Del Salto es de alcurnia, y eso lo hace tener el estatus económico por encima de todos ellos.

Líneas arriba mencionamos a dos pequeños niños que son amigos de Lulú, por lo que ella siempre está pendiente de ellos, Memo y Anita, quienes tienen un abuelo de nombre Febo que parece estar un poco loquito. Ya que nos referimos a estos dos niños hay que mencionar que Lulú pasa tiempo con ellos y les cuenta historias de miedo inventadas por ella. En estas aparecen dos personajes que causan temor a los dos niños y es una Bruja llamada Ágata, que hace un sonido que la caracteriza, “cacle, cacle”, cuando hace sus aventuras, con ella anda en sus travesuras la sobrinita, la brujita Alicia que al igual que su abuela la caracteriza un sonido, pero diferente, “quicle, quicle”.

Todos los niños acuden a una escuela pública en donde su maestra es la Señorita Tic, guapa que usa lentes y siempre se está peleando con los niños para que cumplan con sus deberes y traten de llevar bien el curso. La maestra tiene a un supervisor que siempre está pendiente de lo que sucede en la escuela.

Las peripecias y asuntos que enfrentan los integrantes de esta historieta son las mismas que pueden pasarle a los niños de hoy día, con la diferencia de las nuevas tecnologías, pero siempre tratando de preservar los valores de amistad, de unidad, de perseverancia y el de tratar de que todos ellos puedan lograr la inclusión. Así como en el Club de Tobi, seguro habrá muchos más en donde hoy, a pesar que estamos viviendo en pleno siglo XXI, en muchas ocasiones y circunstancias se evita a las mujeres tener las mismas posibilidades que los hombres tienen, y así como Lulú, las Lulús del siglo XXI seguirán luchando por ser admitidas y reconocidas dentro de nuestra sociedad.

La Pequeña Lulú y el Club de Tobi: los inicios de la inclusión

La revista de La Pequeña Lulú fue creada por Marjorie Henderson Buell en los Estados Unidos de Norteamérica (The Little Lulu Show), primero como viñeta (del 23 de febrero de 1935 al 30 de diciembre de 1944) y, posteriormente, a partir de 1945, se comenzó a publicar de manera semanal. Gracias a la mano del dibujante John Stanley, La Pequeña Lulú comenzaría una vida ya como una serie que siempre contó con la colaboración de su creadora.

Esta revista fue aceptada en nuestro país; el de la letra recuerda que en su infancia, allá por los años sesenta, ya estaba en los estanquillos esta revista que llegó en colores para el gusto de chicos y grandes. Su publicación era de carácter semanal y se publicaba bajo la firma de Editorial Novaro. Muchas fueron las revistas que se publicaban en estos años, pero lo que hace interesante estas historias, es la manera en que la protagonista quiere hacer lo posible para poder ser admitida al famoso Club de Tobi, más adelante daremos detalles.

Referirnos a La Pequeña Lulú es hacer hincapié a los primeros pasos de lo que hoy conocemos como inclusión, desde esos lejanos años ya había una presente discriminación hacia las mujeres, y una de las mejores maneras de acercarnos a este tipo de agresión –por llamarla de alguna manera– es por medio de una revista en donde el problema se “viste” de manera normal para aquellos tiempos.

El denominado Club de Tobi puede ser una analogía de trabajo, ascensos y logros que las mujeres de siempre y aún hoy día han luchado por tener la posibilidad de ocupar el lugar de los hombres en el aspecto profesional y legal. No se trata en el caso de la pequeña Lulú de ser aceptada en el mencionado Club, sino de las fronteras que han existido siempre.

Remitirnos a La Pequeña Lulú es trasladarnos a los años cuarenta y cincuenta, donde se desarrolla la historia para poder entender la lucha de clases entre los protagonistas de la revista y poder entender las relaciones que se establecían de hermandad, amistad y de lucha por salir adelante. Hoy en día y siempre han existido las Lulús en todas las sociedades, es un retrato de la sociedad americana en donde se retrata a una sector de clase media que trata por salir adelante por medio del ejemplo y el respeto. Se retrata a una familia dentro de lo normal.

Lulú Mota, la protagonista de esta historieta, es una niña de 10 años de edad, hija de dos personas que se les representa de entre 40 y 50 años, Jorge y Marta Mota. Se supone que el padre es empleado y la mamá se dedica a las labores del hogar. Tratan de darle un buen ejemplo a su hija. Lulú es pequeña de estatura, viste con ropa muy sencilla y trae el cabello rizado en bucles o como llamaríamos los yucatecos de chorros. Sus papás tienen la ilusión que su hija aprenda a tocar piano y ser una virtuosa del instrumento, ya que este les da un plus en su vida media. Lulú tiene una amiga entrañable y es la única que tiene derecho de picaporte en la casa de la familia Mota. Su amiga se llama Anita, es de su misma edad y es hermana o gemela de Fito o A. J., uno de los amigos del antagonista de esta historia. Esta niña, amiga íntima de Lulú, viste de manera muy holgada o un poco sucia, trae el cabello siempre revuelto y posee unos grandes dientes que hacen que tenga una presencia un poco curiosa. Es la amiga que la defiende de sus problemas y en algunas ocasiones le ayuda a solucionarlos. Es de familia de igual nivel que los Mota, aunque en la revista o historieta no aparecen sus papás.

Tobi Tapia es el antagonista y siempre está en pelea con Lulú, a quien le impide por todos los caminos la entrada a su famoso lugar solamente destinado a los niños: el Club de Tobi. Al igual que la protagonista, tiene 10 años y vive cerca de su casa, es un niño regordete que viste de pantaloncillos cortos y lleva siempre una gorrita tipo marinero. Es un niño como muchos que le gusta molestar a Lulú, aunque en ocasiones se estén peleando, uno depende del otro y lograr superar algunos problemas; pero como niño que es tiene la mentalidad de que las niñas son molestosas y solo están para causar problemas y para evitar que ella o sus amiguitas traten de ingresar a su famoso club tiene puesto a la entrada del mismo un letrero que dice “No se admiten mujeres”.

Tobi se cree importante y le gusta estar siempre metido en problemas, y en algunos casos investiga algunos misterios que se le presentan, por eso adopta la figura de un personaje que el se hace llamar la Araña; cuando hay algo que averiguar, este exclama que “es un caso para la Araña”. Al igual que la familia Mota, los padres de Tobi quieren que aprenda a tocar el violín. Conforme se desarrollan las historias podemos ver que a él le gusta una niña rubia que aparece en la historia y es su vecinita de nombre Gloria, aunque su verdadero amor siempre es y será Lulú.

Los integrantes del Club de Tobi son niños de la misma edad que siempre están viendo como ganarle a los Chicos del Oeste, que son pendencieros y buscan problemas. El presidente del Club es un niño llamado Tino, de la misma edad que Tobi, se caracteriza por ser el líder del grupo y siempre está tratando de hacer las cosas llevando siempre el protagonismo. Es el mejor amigo de Tobi y siempre viste de camisa verde y boina. Otro de los integrantes es Lalo, es un niño rubio, amigo de ambos y se caracteriza por llevar una gorra que asemeja una corona. Cada uno de estos niños tiene una representación en el entramado social, aunque todos pertenecen al Club, cada uno tiene una personalidad que los hace diferentes. Tino es el que se lleva los laureles, ya que además de ser el mero mero, tiene novia, de nombre Susie, de la misma edad que Lulú. El tener novia lo hace ver mayor y le da más estatus. También esta otro niño de nombre Eddie, quien es hermano de Gloria y novio de otra de las amigas de Lulú, Margarita.El Club tiene dos integrantes más que son la imagen misma de Tobi, que aunque no aparecen seguido en las historietas, cuando lo hacen son de la misma edad y visten igual que su primo, pantaloncito corto y sombrerito de marinero.

Hay otro niño en la historia que es el rico y guapo del barrio, se llama Pepe del Salto; como se mencionó, tiene la ventaja de ser el “carita” y por esta razón todas las niñas están prendadas de él, incluso la rubia de Gloria, quien al igual que Pepe tiene las mismas características que él, lo que hace que todos los niños se encuentren enamorados de ella. Aunque se menciona que a ella el único que le gusta es Pepe, quien dicho sea de paso no pertenece al Club de Tobi. Hay que mencionar que Del Salto es de alcurnia, y eso lo hace tener el estatus económico por encima de todos ellos.

Líneas arriba mencionamos a dos pequeños niños que son amigos de Lulú, por lo que ella siempre está pendiente de ellos, Memo y Anita, quienes tienen un abuelo de nombre Febo que parece estar un poco loquito. Ya que nos referimos a estos dos niños hay que mencionar que Lulú pasa tiempo con ellos y les cuenta historias de miedo inventadas por ella. En estas aparecen dos personajes que causan temor a los dos niños y es una Bruja llamada Ágata, que hace un sonido que la caracteriza, “cacle, cacle”, cuando hace sus aventuras, con ella anda en sus travesuras la sobrinita, la brujita Alicia que al igual que su abuela la caracteriza un sonido, pero diferente, “quicle, quicle”.

Todos los niños acuden a una escuela pública en donde su maestra es la Señorita Tic, guapa que usa lentes y siempre se está peleando con los niños para que cumplan con sus deberes y traten de llevar bien el curso. La maestra tiene a un supervisor que siempre está pendiente de lo que sucede en la escuela.

Las peripecias y asuntos que enfrentan los integrantes de esta historieta son las mismas que pueden pasarle a los niños de hoy día, con la diferencia de las nuevas tecnologías, pero siempre tratando de preservar los valores de amistad, de unidad, de perseverancia y el de tratar de que todos ellos puedan lograr la inclusión. Así como en el Club de Tobi, seguro habrá muchos más en donde hoy, a pesar que estamos viviendo en pleno siglo XXI, en muchas ocasiones y circunstancias se evita a las mujeres tener las mismas posibilidades que los hombres tienen, y así como Lulú, las Lulús del siglo XXI seguirán luchando por ser admitidas y reconocidas dentro de nuestra sociedad.