“Caminante, cuídate al andar después de la medianoche por los lugares donde el Huay Chivo ronda, pues este ser de oscuridad puede dejar caer en ti toda su maldad.”
Dos misioneras llegan a una comunidad para predicar su fe, pero su sola presencia propiciará que atraigan la presencia de un ser maligno, con quien no deberán cruzar mirada alguna, pues el resultado será funesto para quien lo haga. Lo que seguirá a continuación, es una historia en la que dos mujeres se verán obligadas a caminar a través del monte, ante la negativa de los locatarios para pernoctar en un hogar, por lo que son observadas por una criatura en la penumbra. Suena a cliché del cine de miedo, pero esta vez el personaje es bastante conocido en Yucatán.
El pasado cuatro de diciembre, tuve la oportunidad de asistir a la proyección del cortometraje y conversatorio “Caminante, caminante: la leyenda del Huay Chivo” en la sala Mayamax, creación del joven Luis Quijano, quien llevó a cabo estudios de cine en Los Ángeles, ciudad donde filmó esta obra que, a mi parecer, se trata de un buen ejercicio cinematográfico para los escasos diez minutos que dura porque implica un gran esfuerzo llevar a cabo una tarea de esta índole, sobre todo, por abordarlo desde el género del terror partiendo de un relato de nuestra sociedad.
No lo digo porque sea un cumplido para el joven creador yucateco, sino porque reconozco el esfuerzo impreso en su tarea, al ser un proceso que duró cuatro días para la filmación, con horario de seis de la tarde a seis de la mañana, con un actor que pasó hasta cinco horas preparando el maquillaje de la criatura, los respectivos cambios en el guión, manejo del casting para encontrar actores en suelo extranjero que hablaran español, y no caer en la solución más fácil de optar por el idioma inglés.
Se pudo palpar un interés genuino por hacer las cosas bien, no perfectas, porque se notan detalles como la ausencia de acento yucateco por parte de los actores, pero sin demeritar el esfuerzo; al contrario, reconozco cómo se valió de los escenarios elegidos para no evidenciar el estar en tierra extranjera dejándolo a la libre interpretación. Juega un papel importante la protagonista Lilí Goret, a la cual se le nota el compromiso durante el rodaje. Durante su corta intervención en el conversatorio, antes de la proyección del corto, recalcó el nexo logrado con Luis Quijano.
Todavía, y muy a mi pesar, que independientemente de que las descripciones del Huay Chivo pueden variar de relato a relato, el maquillaje por momentos no termina por convencerme; me gustan las tomas de perfil, sobre todo cuando por momentos su figura no se ve en su totalidad, son tomas bien logradas, sin embargo, considero que flaquea en dicho rubro. Por otro lado, la música de Daniel Hernández aplica bien para el suspenso que intenta resaltar, pero aclaro que mi opinión va más como espectador que como experto cinematográfico y musical.
Para un servidor, lo más importante fue hacer una contextualización de una leyenda maya, de la cual se le conoce a través de la rica y variada tradición oral de nuestro Estado; una historia que con el paso de los años no muere, sino se transforma, como todo relato que puede ser contado desde un medio impreso, como el libro, hasta abordarlo en el cine. Por eso espero que la intención del autor, de volverla un largometraje, sea una realidad al revelar durante el conversatorio su pasión por el género de terror.
Con proyectos en puerta para el joven Luis, quien llegó a mencionar que estaba pensando en un cortometraje, en el que un hombre lobo interactúa con un niño, mantengo la esperanza de que parte de nuestras leyendas y mitos puedan ser llevados a la pantalla grande, pues material hay, y de sobra.
Ficha técnica
Cortometraje: Caminante, caminante: La leyenda del Huay Chivo
Duración: 10 minutos
Escrita y dirigida por Luis Quijano
Reparto: Lilí Goret, Patricia Olver, Julián Cavett
Producida por Luis Quijano y Fuhara Bayibsa
Director de fotografía: Andri Lantuktl
Música: Daniel Hernández
Maquillaje: Christopher Osorio