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17 de Dec de 2019
3 min
Escrito por Redacción Por Esto!
Luis Carlos Coto Mederos
Pablo Marrero Cabello *
Nacido en la zona de Manaquitas, término Municipal de Cumanayagua en el año 1935, Pablo Marrero Cabello es sin duda alguna una de las figuras más relevantes del verso octosílabo en el centro-sur de Cuba.
De humilde extracción campesina, realizó numerosos trabajos en el campo y trabajó como listero cuando se realizaba la construcción de la carretera Cienfuegos– Cumanayagua.
Laboró durante varios años en el Consejo Nacional de Cultura y fungió como director y productor de programas campesinos en el Instituto Cubano de Radio y Televisión. Entre los numerosos premios y menciones que recibió en su fructífera trayectoria poética, se encuentra el Premio 26 de Julio de las FAR, en el año 1997.
De su libro décimas, compartido con el poeta matancero Amado Raúl García Gómez estamos presentando algunas de las estrofas más simbólicas y elocuentes:
1079
Granma
Granma, corazón de fuego
(mar de un verde-azul cambiante)
en tu fragua navegante
se tostó el pan del labriego.
Las olas, la vida en juego…
las Coloradas, la Sierra…
Tus capitanes en guerra
dando la impresión de ser
un parto de amanecer
que tuvo el mar en la tierra.
1080
Era la Sierra
Era la Sierra… las horas
cronometrando la vida.
Era empezar la partida
de montañas invasoras.
Era una lluvia de auroras
en heroica gestación;
era el poro de un pulmón
buscando el aire sin lodo…
era la Patria, era todo…
Era la Revolución.
1081
Regreso de un combatiente
Ya regreso, con el beso
de la patria en el semblante…
Mi vida, llegó el instante
esperado del regreso.
¿No ves como bajo el peso
del amor, canto y sonrío?
En vez de un triste bohío,
el lecho de nuestro amor
será una casita en flor
a pocos pasos del río.
1082
Imagen borrosa
Bohío, triste bohío
cómplice de nuestro ayer,
estás dejando de ser
el viejo guardián del río.
Andan por tu cuerpo frío
manos de transformación,
y los ojos del ciclón
ya te ven como a un guerrero
con las costillas de acero
y las piernas de hormigón.
1083
Carreta…
Carreta, vieja carreta,
tu larga labor expira;
porque la técnica mira
tu anatomía incompleta.
El avance no respeta
tus músculos atrasados
y tus íntimos aliados,
Cimarrón y Bandolero,
por unos bueyes de acero
están siendo desplazados.
1084
Buey
Tu paso lento y cansado
entre yugos y cadenas
arrastró las mismas penas
del labrador del pasado.
Por tu lomo aguijoneado
pasaron siglos de horror,
pero a ocupar tu labor,
ya por el tiempo se asoma,
un buey con patas de goma
y pulmones de motor.
1085
Sembrador
Sembrador, de otro color
se te presenta la vida
sobre la llanura herida
por los discos del tractor.
La pupila y el amor
se te hacen rama y canuto
y se te enciende un minuto
de vida nueva en la mano
cuando en la muerte de un grano
llega la vida de un fruto.
1086
Hombre de mar
Hombres con la piel curtida
a golpes de viento y mar,
arena, espuma y manglar
te resumían la vida.
Ibas con sal repetida
en el alma y en la sien
y las redes al vaivén
de las olas y la muerte
a tu corazón sin suerte
lo aprisionaban también.
1087
Soldado
Ayer, cuando en un gatillo
rigió la ley del más fuerte,
un soldado era la muerte
disfrazada de amarillo.
Pero desde que un martillo
rompió el ultimo eslabón,
soldado y obrero son
una misma coyuntura
sujetando la armadura
del cuerpo de la nación.
1088
Infancia
Cuando decimos infancia
hablamos de un rey obrero
que abrió una tumba en enero
para enterrar la ignorancia.
El rosal se da en fragancia;
cantan las aves a coro
y entre justicia y decoro
sigue repitiendo amor
la pluma del soñador
que escribió La Edad de Oro.
Nota aclaratoria
* Las décimas de este Autor comienzan en la número 1072 de la entrega anterior. Disculpas por la omisión.
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