Síguenos

Última hora

Elementos de la SEDENA ocasionan choque por andar ebrios en Escárcega

Cultura

Y te dije adiós…

José Miguel Rosado Pat

Estoy quebrado.

Quebrado en la entraña de mi dureza.

Una grieta infinita se abre en el centro

de mi anatomía.

Una espina se ha metido para quedarse en mi entraña.

Tus manos han cubierto mi pálida piel.

Y tus labios a mis párpados.

Tus dedos han rozado los míos, fríos y cortados;

y tu mejilla se ha postrado en mi hombro inmóvil.

Me miras. Ya no te miro, pero te busco.

Te encuentro en la oscuridad. Recibes silencio.

Muy pronto nos veremos, dijiste.

Yo sé que sí, pensé.

Llegaron tantas flores; tan bellas todas.

Las quise compartir contigo, mas no pude.

Estoy seguro que tú sabías que así hubiere sido.

Dijeron muchas cosas bellas,

como nunca habían dicho.

Pero estuve ahí para presenciarlo.

Me acongoja no haber podido agradecerles.

Que va… tú las escuchaste y agradeciste por mí.

Me lo dijiste en privado, aunque días después.

Tal vez para hacerme sentir mejor.

Todos lloraron. Nadie sonreía, ni siquiera tú.

Debiste hacerlo. Eran mis invitados.

Los que siempre fueron.

Para mi sorpresa, muchos se fueron sin despedirse.

Yo los esperaba en silencio sin que supieran. Apenas me miraron.

Los pocos que lo hicieron no hablaron, sólo miraron mi rostro con desconcierto.

Ante su indiferencia, hice lo mismo. Fingí no darme por enterado de su presencia.

Sólo nuestro perro me hizo compañía hasta que la puerta se cerró.

Se quedó abajo mío esperando una caricia. No se la di.

Ya, a solas tú y yo, en la habitación, no perdiste el tiempo.

Tus labios, de nuevo, besaron mi sien y mis párpados,

y a mis labios púrpuras acercaste tu cabello.

Te sentí fría y descarnada, como si estuvieras muerta.

No te dije nada. Esperé que dijeras algo.

No dijiste nada.

Seguimos solos. Sin el menor ruido en la habitación.

El aroma a café me atrapa; tú sabes cuánto me gusta.

Me miraste en silencio.

Es momento de irme.

Me asomé por última vez y te dije adiós…

y te dije adiós…

Siguiente noticia

Ecos de mi tierra