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Cultura

El extraño caso de Vicente Segura

Conrado Roche Reyes

Este es un caso, además de excepcional, extraño. Se trata de la vida de Vicente Segura. Nació en la ciudad de Pachuca, Hidalgo en pañales de seda, hijo de un millonario hacendado y minero de la entidad. A los dos años quedó huérfano y bajo la tutela de don José Landeros, otro rico personaje de Hidalgo, quien lo envió a estudiar en los mejores colegios de Puebla. En lo Estados Unidos se graduó en el colegio militar. Su preparación y cultura eran indiscutibles. Por decir algo, hablaba inglés, francés, portugués y español.

La explotación de las minas le hicieron uno de los hombres más ricos del país; sin embargo, el dinero no parecía ser su gran pasión, su verdadera y enorme pasión fueron los toros, por lo que decidió hacerse torero.

Gracias a su gran fortuna, tuvoo por maestros a dos grandes toreros españoles de la época: Antonio Fuentes y Antonio Montes. Fue tal su empeño –y su dinero– que se hizo torero tomando la alternativa en la antigua plaza de la Condesa de Ciudad de México, en 1907. Luego viajó a España, y la confirma en la capital, en la madrileña plaza de la carretera de Aragón, de manos de Antonio Montes; Ricardo Torres, “Bombita”, y Rafael González ,“Machaquito”, los mandones de aquellos años. La prensa solo vio en él habilidad y valor, que era uno más que solo iba por dinero, pero Segura derrocharía además de valor, dinero, el vivir al filo de la navaja (aunque vestía en la calle fina ropa, olía a adrenalina) en esta profesión en la que se arriesga la vida con la única finalidad encontrar algo profundo, que solo este complicado arte le proporcionaba.

Nunca le preocupó el sueldo, que muchas veces destinaba a obras de beneficio tanto en Europa como en México. La gente no daba crédito que una persona que se jugaba la vida repartiese sus ganancias entre los pobres, ya que por entonces el hacerse torero era para hacerse rico. Segura era una “extravaganza”. Cuando toreaba, la crema y nata de la sociedad acudía a verle. Era además temperamental y desprendido como antes dijimos. Segura alternó siempre dignamente con los más célebres toreros de la península.

En 1910 sufrió en la feria de Sevilla una cornada fuerte, un toro de Miura llamado Madero se la infringió.

Entonces regresó a México en plena revolución y se incorporó al movimiento maderista, alcanzando el grado de general. De su peculio compró armas y un barco para su transporte. Por su valor en combate en las filas de Venustiano Carranza formó la brigada “Hidalgo”. Luchó contra los zapatistas.

Cuando por fin el país entró en un periodo de relativa calma regresó a su pasión: los toros. Construyó en Pachuca una hermosa plaza de toros, misma en la que se retiró en 1932. Gran torero, filántropo, políglota, polifacético, entregó su fortuna para combatir las injusticias que reinaban entonces en el país. Muere en el año de 1953 en Cuernavaca; el caso del torero más extraño que ha existido en la fiesta.

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