Cultura

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos

177No destiñe –Mira, me hice un tatuaje

que me cubre todo el pecho

y algo del brazo derecho,

semeja un bello paisaje.

–Eres un gran personaje

y eso está muy bien pintado.

¿Qué tiempo llevas tatuado?

–Hace un mes, lo hice en Cunagua.

–¿Y no se quita con agua?

–Todavía no he probado.

José Carlos Adams Olmedo

178Esther, el barbero

A un barbero, amigo mío,

Esther, pusieron por nombre,

pero es que el tipo era hombre

y no estaba en ese lío.

Aceptó así el desafío

de aquel nombre de mujer

y vivió sin padecer

el estigma nominal.

El fue un barbero normal,

aunque se llamara Esther.

Luis Carlos Coto Mederos

179Aunque gozo de salud

Aunque gozo de salud

pienso, consecuentemente,

lo triste que uno se siente

al irse la juventud.

Pero tengo la virtud

de disfrutar lo que soy,

aunque tenga para hoy,

cosa que en nada me ampara,

más arrugas en la cara

que un metro de corduroy.

Anónimo

180Impedimento

Padeciendo de impotencia

toma glándulas de simio

en acto, al parecer nimio,

que hoy agradece a la ciencia.

Sale en estado su Hortensia

y al parir va a conocerlo:

–Doctor, he venido a verlo;

¿es varón el que ha nacido?

–En la lámpara ha subido

y no he podido cogerlo.

José Carlos Adams Olmedo

181Exvoto bárbaro

En una iglesia texana

para negros, como tromba

estalló una nueva bomba

que tronchó una vida humana.

Madre norteamericana

negra, se deshace en llantos

ante ese mundo de espantos

en que esas mechas de horrores

son las velas y las flores

que el racismo da a los santos.

Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí)

182Le di un puntapié a un mosquito

Le di un puntapié a un mosquito

porque me estaba picando

y salió cascabeleando

por el suelo dando un grito.

Tenía tres varas de pito,

otras tantas de canillas;

yo le rompí tres costillas,

hizo “ruac” como un verraco,

y si usted me da un tabaco,

le pinto otras maravillas.

Anónimo