Luis Carlos Coto Mederos
402Ingratitud
Una noche en que bebí
no pude el camino andar
y un vecino hasta mi hogar
me condujo desde allí.
Ya en mi casa me creí
que aquel hombre era un ladrón,
llamé a mi perro. ¡Campeón!
Los dos salieron echando
y el perro le iba arrancando
en tiras el pantalón.
Martín Espinosa García
403El pitirre de Estervina
Estervina está criando
de pitirre un pichoncito
que está de lo más bonito,
y si lo oyeras cantando.
El plumaje que está echando
parece una seda fina,
y mira la disciplina
que presenta aquel pichón,
que el viejo está loco con
el pitirre de Estervina.
Joaquín Cruz Cordero
404El caso de Juan Simón
Juan Simón compró un serrucho
porque dice que su “carro”
le había pegado un tarro
y ya le estorbaba mucho.
Un día la vio con Chucho
y casi se vuelve loco,
y cuando pasó el sofoco
aquel serrucho amoló
y el tarro lo recortó,
se quejó y quedó muy poco.
Pero allí el tiempo pasaba
y Juan pudo comprobar
que en aquel mismo lugar
otro tarro le estorbaba.
Como que le molestaba
se lo dijo a su mujer,
y ella sin tiempo perder
se fue con un tal Cabrera,
y el quedó como una fiera
sin saber qué cosa hacer.
Ya tres meses han pasado
y Cabrera la dejó,
y cuando Juan se enteró
corrió allá desesperado.
Como estaba enamorado
al verla tan desolada,
tan triste y acongojada
en un mar de desconsuelo,
le dijo: Vamos mi cielo,
que aquí no ha pasado nada.
Si acaso Chucho y Cabrera
vuelven, Juan, con tu mujer,
déjalos, que vas a hacer,
eso le pasa a cualquiera.
La perrita que es huevera
cuando ve el huevo es atroz,
así que implórale a Dios
y deja que goce el “carro”
porque un cabrón con un tarro
es lo mismo que con dos.
Angel López Pino
405Mario y la malanga caliente
Mario, ¿qué te sucedió
en casa de Tomasito
aquel día tan bonito
que a su casa te invitó?
Dicen que se originó
un caso muy ocurrente.
Según me dijo la gente,
uno que estaba invitado,
que te dejó en mal estado
una malanga caliente.
Dicen que te la tragaste
sin dedicarte a enfriarla,
ahora no puedes culparla
si la boca te quemaste.
¿por qué te arrebataste
por una cosa sencilla?
a mí me dan pesadilla
carne de res o de cerdo;
con viandas no estoy de acuerdo
quemarme la campanilla.
Joaquín Cruz Cordero