Cultura

Héctor Herrera Escalante (1888-1952)

Fernando Muñoz Castillo

I

Y como en las buenas comedias de enredos, todo comenzó con un pícaro, una chica y circo.

“Antes de incursionar en el teatro, mi abuelo era ayudante de carnicero en el pueblo cercano de Kanasín, donde hay muchos apellidos Herrera. Pero un día se robó a una muchacha y entonces todos los hermanos se pusieron a buscarla. Al pueblo habían llegado unos cirqueros, así que él no teniendo donde ir se escondió en el circo y se fue con ellos ayudando a levantar la carpa. Cambió toda su vida al momento de levantar esa carpa del circo. Así llegó a Mérida convertido en cirquero. Gracias a eso soy artista.

”Y qué bueno que lo hizo, porque me gusta mucho, es mi vida.

”La causante de que mi abuelo saliera de Kanasín no fue mi abuela; a mi abuela, doña Filia Bates, la conoció después”.

Poco antes del término teatro regional

“Todos sabemos que el género chico español, así como los sainetes, predominaban a principios de siglo en los escenarios peninsulares, fue mi abuelo junto con otros actores como Camejo, Sánchez, Urcelay y algunos más, quienes empezaron a hacer las parodias de las zarzuelas. La primera que se parodia es Las musas latinas, famosa zarzuela española, por cierto muy bonita. Cuatro pintores yucatecos pintan una estampa de Campeche, de Tabasco, de Yucatán y otra de Veracruz. Mi abuelo y estos actores hacen una copia exacta, una copia fiel, nada más que con lenguaje propio. Los señores que venían a hacer teatro español protestan, no les gusta, pero ellos insisten y lo vuelven a hacer con la famosa zarzuela española La del manojo de rosas se transformó en La del ramo de xcanloles, nombre de una flor regional. Esto sucedía cuando las compañías de teatro terminaban sus temporadas en nuestras tierras. Entonces el guardia civil se volvía un xtol (policía), vertían los personajes del pueblo español a los equivalentes del nuestro. Agarrando el humor del pueblo.”

Esto sucedió en la época de la Revolución, cuando era peligroso incluso incursionar en algunas cosas.

Posteriormente ese grupo de actores, por la cercanía geográfica fueron a trabajar a la Habana y terminaron de enriquecer los personajes al tener contacto directo con las formas cómicas del teatro cubano.

El encuentro con el bufo cubano en Cuba

En los años veinte llegó a Mérida la Cía. de Bufos Cubanos de Arquímedes Pous teniendo como estrella a la bataclana mexicana María Rivera, conocida como la Elefanta por trompuda, hermosa morena mexica que fue la primera que realizó en nuestro país un estriptis completo.

En esa década actores del teatro regional viajan a Cuba. Es el primer encuentro con el bufo en su propio terreno.

Esto sucedió en1926 cuando algunos de los actores de la Cía. de don Héctor Herrera Escalante, él con ellos, se integraron a la compañía encabezada por Celia Montalbán que realizó una gira a La Habana, con una temporada de cinco meses en el Payret y algunas presentaciones en el Martí. Después de algunos exabruptos con las autoridades, Celia regresó a la Ciudad de México, mas no los actores de teatro regional yucateco que se quedan actuando por cuatro meses en Camagüey, Cienfuegos, Pinar del Río y Santiago.

De esta gira, don Mario Herrera Bates me narró a finales de la década de los setenta:

“Mi padre se fue a La Habana en el 26, y ahí estuvo varios años. Regresó aquí y, cuando regresó la sorpresa fue tremenda porque ya los teatros se volvían cines todos, el Peón Contreras, el Principal, el Apolo –que es el Rex de ahora-, todos se volvían cines, absolutamente. Las compañías de teatro, unas que otras, esporádicamente ponían en los barrios, en carpas, jacalones les llamaban porque no eran de tela, no eran de lona como las carpas de los circos, sino eran de lámina y el teatro regional estuvo refugiado en jacalones y en carpas muchos años hasta que surgió el Teatro Colonial”.

Continuará.