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Cultura

Fito de la Parra (baterista de Cammed Heat)

Conrado Roche Reyes

Chicanos que han triunfado en el rock internacional

Desde la época de los pioneros del rock and roll en México, el jovencito Fito de la Parra comenzó a tocar profesionalmente. A los catorce años ya tocaba con un grupo mexicano de cierta fama y mucha calidad: Los Sparks. Más tarde participó con las bandas mexicanas más importantes y famosas de México, como Los Sinners, Los Hooligans y con Javier Batís. A mediados de los sesentas fue a Los Angeles y se incorporó a “Sotweet Factor”. Pasó luego a “Bluesberry Jam”. Tocó así mismo con los famosos “Platters”, con Etta James y con “The Shirelles”. Fue por esa época, uno de los bateristas más cotizados de la costa oeste…

En 1967 se unió al famoso grupo “Canned Heat”, con los que grabó “Boggie con Canned Heat” y permaneció con ellos hasta su desintegración. Canned Heat fue, en los años sicodélicos, uno de los grupos más populares de Estados Unidos. Fito acompañó a varios de los mejores cantantes de blues de todos los tiempos, como John Lee Hooker y T-Bone Walter. Así también, su sólida batería lo llevó a actuar con lo mejor de lo mejor con sus fantásticos solos.

Fito escribió el libro “Living the blues”, en el cual cuenta la historia de la banda Canned Heat y personal.

Se dieron a conocer en el ámbito internacional y aseguraron su nombre en las páginas del rock cuando en 1967, tocaron en el Monterrey Pop Festival y en 1969 en el histórico festival de Woodstock.

Su cantante, Alan Wilson, ya era conocido como un gran ejecutante de la armónica. El guitarrista era Bob Hite, buen blusista quien tocaba muy bien este instrumento. En un momento dado tocó en la banda de Frank Zappa y además del bajista Henry Ventine, fueron muy exitosos en sus versiones a antiguos bluses, sobre todo gustaban mucho del boggie y completaba la banda Larry Taylor, además de Fito de la Parra.

Este último estuvo tocando rock and roll y pop unos años en México, luego descubrió el Rhitm and Blues a través de una novia gringa. Entonces se involucro y nunca más volvió a tocar música pop. Las primeras canciones de blues que aprendió fueron de Jimmy Reed y James Brown. Considera Fito que el mejor artista con quien tocó fue John Lee Hooker. También ha tenido malos momentos, y el peor fue cuando murió su padre. Considera que el blues le ofreció una forma de expresión y una fantástica carrera-aventura. Su vida cambió en la transición de ser un rocanrolero mexicano al estatus de estrella cunado se unió a Canned Heat. Sus mejores años fueron del 64 al 70 del siglo XX. Practicaba mucho, además la curiosidad y la educación lo hicieron un buen músico, por lo tanto, sus sueños se cumplieron, aunque a la muerte de Wilson y la disolución del grupo, como que Fito de la Parra se hizo invisible para los mexicanos que lo idolatraron de jóvenes. Extraña la pureza de la juventud de los años sesentas y el mensaje político que transmitía con su música. El precio más alto que considera ha pagado fue echar de menos a su familia en los años de la gran fama. Le hubiera gustado ser psicólogo o humanista.

Fito de la Parra es recordado como una persona integral y como un músico que lo dio todo. Hoy, imparte clases en la capital del país.

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