Por Luis Carlos Coto Mederos
Flor oculta de poesía cubana
Los Premios Nacionales de Poesía, Cintio Vitier y Fina García Murruz, dieron a conocer en 1978 una importante antología de poesía cubana desconocida, escrita por poetas de los siglos XVIII al XX, con el nombre de “Flor oculta de poesía cubana”. La publicación estuvo a cargo de la Editorial Arte y Literatura y contó con la colaboración de otro Premio Nacional de Poesía: Samuel Feijóo, quien tuvo a su cargo las viñetas.
La décima campesina tiene orgullosamente su presencia en esta notable antología.
723
La palma
Un pajarillo al pasar
pequeño fruto arrojó,
la tierra lo recibió
haciéndolo germinar.
La luz del sol, al pasar,
le dio la influencia hermosa
y la nube cariñosa
le dio su riego plateado,
y el tiempo la ha transformado
en una palma frondosa.
Sabía la providencia
que, en estas tierras montunas,
a merced de las fortunas
pasa el hombre la existencia.
Y para las conveniencias
de nuestras necesidades,
le dio en estas soledades
la palma, gigante y bella,
para que encontrara en ella
todas las comodidades.
De su cañón hecho trozos,
con sus zunchos aparentes,
se hacen balsas resistentes
para ríos caudalosos.
De los tablones fibrosos
aforros de habitaciones,
y de los mismos tablones
barbacoas y corrales,
y asientos provisionales
en noches de diversiones.
Bastones para paraguas
hace Francia con su tea,
y aquí en Cuba se entercea
el tabaco con sus yaguas,
con ellas tapa las aguas
el campista en despoblado
y cuando se ve apurado
porque no tiene tinaja,
lindos cantaros trabaja
del gusto más delicado.
La campesina mujer
que al trabajo se dedica,
de los racimos fabrica
escobas para barrer,
y el puerco, para comer
el alimento mejor;
el pobre desmochador
dice al cobrar su salario:
este sueldo hospitalario
me dio la palma en rigor.
De sus ariques torcidos
he visto sogas hacer,
y las aves componer
en sus hilachas el nido,
de su tronco endurecido
hacer teleras de arado,
en el ramaje elevado
se oculta el blanco palmito,
que al comer es exquisito
y en dulce muy delicado.
Se hacen hermosas canales
de su tea, nueva o vieja,
y corchos donde la abeja
guarda sus ricos panales;
las fuentes provisionales
son de la palma cubana,
y casi todas las planas
con que aplanan los vegueros,
y para los cocineros
la leña más soberana.
Sus pencas útiles son
para cobijar las casas
y en las épocas escasas
sirven de cama y colchón;
la raíz en condición,
se usa como medicina,
y la penca, blanca y fina,
que el cogollo le llamamos
en los Domingos de Ramos
tiene bendición divina.
Las guardarrayas hermosas
de ingenios y cafetales
y otras fincas principales
son de palmas alterosas.
Entre sus ramas frondosas
alza su primer ensayo
el negro totí, el malayo
y el pequeño tomeguín.
Y siempre encuentra su fin
en la estampida de un rayo.
Domingo Cruz
Poetas guajiros. Habana. 1904
724
Décima anónima*
La bayoneta europea
que se dice tan terrible
pudo haber sido invencible
hasta el Puente de Alcolea.
Pero en Cuba no se crea
el dicho de esos zoquetes,
de Serranos y Topetes,
de Prim y de su donaire,
que la batalla de Baire
la ganaron los machetes.
*de Crónicas de Santiago,
recopiladas por Emilio Bacardí. 1875.
725
Décima anónima 2*
Queda, paloma, en tu rama,
yo vuelo en mi potro alado,
y llevo a mi cinto atado
mi cortante yaguarama.
Patrio amor mi pecho inflama
al ver la cubana hazaña,
y pues que se empeña España,
y pues España se empeña,
Vamos a repartir leña
en la tierra de la caña.
*de Crónicas de Santiago,
recopiladas por Emilio Bacardí. 1875.