Fernando Muñoz Castillo
Y murió el Hijo de Dios: es cierto porque es absurdo.
Tertuliano
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El que desburocratice este embrollo, será un gran desburocratizador de embrollos.
Cuando se dio la noticia de que todos los que tenían Seguro Popular, al desaparecer podían consultar en el Seguro Social y en el ISSSTE, enloquecieron y comenzaron a abarrotar estas instituciones, ya de por sí abarrotadas.
En mi caso y el de muchos yucatecos, a los que en el Hospital O’Horán nos deberían hacer análisis en enero, acudimos para encontrarnos de que las nuevas disposiciones eran, que para hacer los análisis correspondientes, deberíamos llevar copia de CURP o de INE, así que tuvimos que salir del hospital a buscar una fotocopiadora para sacar copia, en mi caso, del IFE.
Todavía falta un análisis que debe hacerse el 25 de enero. Así que la historia comenzará cuando ya tenga los análisis y no sepa a dónde acudir: ¿será al Centro de Salud?, o a dónde nos enviarán, porque en todo el país hay una desorientación total, contraria a lo que se dice en las noticias todos los días.
En la Ciudad de México, me informó una amiga hace un rato, que no ha llegado ningún presupuesto, así que, si quieres consultar, tienes que pagar.
Le contesté que afortunadamente en Yucatán, el gobierno ofreció y está cumpliendo dando médicos y medicina sin costo para todos. Ahora es cuando veremos de qué cuero salen más correas.
Parece concurso de ver quién se lleva el premio de credibilidad ante los pacientes.
Como buenos yucatercos (sic), seguiremos insistiendo en el cumplimiento de promesas de campaña y la continuidad de medicina para todos.
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Lee la gente lo que los yucanecios escribimos. ¿Los funcionarios culturales lo hacen o arriman los libros al borde del escritorio para que caigan “sin querer” al bote de basura?
¿A quiénes se lee y a quiénes no?
En este caso ¿funcionan las Ferias de Libros? ¿O sólo son pasoteo para saludar gente y dejarse ver en actitud de yucacultos?
En las Escuelas de Arte, ¿se lee los que se ha escrito sobre el arte en Yucatán, se conocen los títulos como bibliografía, al menos? ¿Funcionan los Centros de Investigación sobre Arte Yucateco? ¿Los grupos, agrupaciones, círculos, talleres literarios?
Sería interesante un sondeo a fondo y sin tocarse el corazón sobre estas preguntas y veinticinco más, para saber, tener respuestas y certezas en este mundo donde las certezas, no duran más que aquel “beso que volaba tras la mano/rompiendo el aire, se volvió suspiro”.
Pero ha llegado el momento de un recuento, de un reordenamiento que se ha postergado por décadas.
Existe un miedo “aterrador”, que entierra y encierra el pensar en realizar esta acción que forma parte de una clara política cultural coherente.
Enmudecen.
“Shó tu boca o te doy un lapo”.
Hace 50 años, era normal que nadie se preguntara eso, la Editorial de la Universidad estaba secuestrada en manos de unos cuantos, que por encerrarse en sí mismo cuya pretensión rebasó la pretensión misma, se hundieron en el abandono y la lejanía de las verdades universitarias, y a nivel privado, sólo existían dos editoriales y una de ellas se llamaba Gotero, porque los libros salían como por gotas.