Ivi May DzibFicciones de un escribidor
I
Cuando digo la palabra amor, en tu cabeza surgen esas escenas donde los chocolates y las violetas son los ingredientes principales de una charla que se prolonga toda la noche y termina cuando nosotros dos estamos abrazados, mirando el amanecer y suspirando porque hemos encontrado el complemento de nuestras vidas. Mientras que en mi cabeza aparecen imágenes desconcertantes donde los olores y las secreciones inconfundibles de nuestros deseos se mezclan con las palabras sucias que guardaremos cómplices y que nos restregaremos en la cara cuando pensemos en separarnos. En resumen, digo la palabra amor y sonreímos, porque creemos estar de acuerdo.
II
Todos amamos de manera retorcida porque no hay una manera de amar que implique lo contrario. Aunque hay de extremos a extremos y hay quien dice amor a la prisión de verse encerrada en un laberinto con una bestia que vigila todos tus pasos. Amor es deformar nuestros deseos, al grado de que es imperativo poner orden y relajarse, para poder entender si esto irá mal, si se saldrá de control al grado de aniquilar a quien te sacó del adormilamiento. Hay quien piensa que su amor por el otro es sincero, puro, honesto, noble, leal, ésa es la más retorcida forma de amor, porque se cree más allá del tiempo y el espacio, se cree perfecto y entonces entendemos que ese amor es de otro mundo y ése, es el peor de los engaños.
III
Yo siempre tuve miedo de amar porque el rechazo ha sido una constante en mi vida, y hay quien dice que así se aprende a vivir sin miedo. Lo cierto es que el amor a veces puede hacer que te dejen de interesar esas cosas a las que creías nunca le restarías importancia. Hay quien ha dejado su patria, sus hijos, su perro y hasta su carrera, para demostrar el grado de compromiso que se ha apropiado de él. Yo no quiero dejar nada, tampoco me gustaría que nada me dejara a mí, eso ha hecho que para mí el amor sea renunciar a la posibilidad del otro, porque si hay algo que me asusta en demasía es la posibilidad de que sea real eso que llaman amor.