Luis Carlos Coto Mederos
Controversias Radiales 10
Décimas a lo divino
Todo parece indicar que el origen de las canturías campesinas, organizadas para celebrar los santorales, se remonta a la aparición en Cuba de los “Altares de Cruz”, supervivientes aún en la región de Baracoa, provincia de Guantánamo.
Uno de esos homenajes era improvisar décimas o cuartetas toda la noche hasta el amanecer, con treguas de tragos y comidas típicas.
Una vez introducido el punto cubano en la radiodifusión, los programas campesinos rindieron tributo a las efemérides religiosas.
Comenzamos con estas décimas cantadas el 17 de diciembre del año 1942, durante las festividades de San Lázaro.
Las otras décimas pertenecen al cuatrienio 1940 - 1944.
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Lo divino
El Indio Naborí, Antonio Camino, El Cacique Jaruqueño, Pedro Guerra, Colorín, Rigoberto Rizo, Patricio Lastra y Clavellina
El Indio Naborí:
Leproso cuya bondad
alcanzó lo inaccesible,
cura la lepra terrible
que sufre la humanidad.
Lepra de la iniquidad,
de la angustia, del desvelo,
que curarás desde el cielo
poniendo con dulce amor
en cada llaga una flor
y en cada flor un consuelo.
Dile a la guerra: ¡detente!
que todos somos humanos
y no deben los hermanos
tratarse bárbaramente.
Quita sombras de la frente,
apacigua los dolores,
endulza los sinsabores
y en tus santos ideales
cura las lepras morales
que son las lepras peores.
Antonio Camino:
Cruza por los hospitales
y cruza por las prisiones
donde hay pobres corazones
inocentes y fatales.
Atraviesa los portales,
donde duermen pobrecitos
y moribundos niñitos
que oprimiendo el corazón
imploran la protección
de tus milagros benditos.
El Cacique Jaruqueño:
La tierra está corrompida
y parece que el destino
nos lleva en un torbellino
por senda desconocida.
Y aunque algunos en la vida
me critiquen la humildad,
hoy ante la majestad
de San Lázaro me humillo,
le contemplo, me arrodillo
y ruego felicidad.
El Día de Reyes Magos (6 de enero) también era ocasión de canto para los poetas populares de la radiodifusión.
Pedro Guerra:
Un niño en la rica cuna
saludable y sonrosado
duerme como acariciado
por la cómoda fortuna.
Besa un rayo de la luna
su piel de rosa y armiño
y un padre con el cariño
que lo inspira y lo emociona
con mil juguetes corona
la blanca cuna del niño.
El Indio Naborí:
Un niño en la pobre cuna
doliente y desventurado
duerme como abandonado
por quimérica fortuna.
Besa un rayo de la luna
su piel de rosa y armiño
y un padre con el cariño
que lo inspira y lo emociona
con mil lágrimas corona
la pobre cuna del niño.
Colorín:
Injusta distribución
de los bienes de la tierra,
esa que causa la guerra
en aras de la ambición.
Al niño de real mansión
llena la felicidad
y deja la soledad
del que vive en el bohío.
Alzate y grita. “Dios mío,
¡hasta cuándo humanidad!”
Rigoberto Rizo:
Lo que sobra en una parte
falta en otra, ¿y por qué el mundo
con amor grande y profundo
no se iguala y se comparte?
El rey juguetes reparte
yendo de hogar en hogar,
mas siempre se niega a entrar
en las casas donde existe
la miseria, drama triste
que no quiere contemplar.
El Indio Naborí:
En donde los reyes fueron
infantiles diversiones
dejan ver las vocaciones
con que los niños nacieron.
Y donde entrar no quisieron
inconmovibles y fríos
ni los sepulcros sombríos
guardan la melancolía
que tienen en este día
los zapaticos vacíos.
Otras improvisaciones con el tema de lo divino eran frecuentes en las diferentes emisoras radiales del país.
Patricio Lastra:
Supremo hacedor sin par
tienes la llave secreta,
que rige nuestro planeta,
el firmamento y el mar.
Eres quien hizo brillar
las estrellas en el cielo,
el que diese raudo vuelo
a los pájaros cantores
y el que cubriera de flores
la alfombra inmensa del suelo.
Con alma que se oscurece
hay quien niega esta verdad,
pero ver la inmensidad
vivo ejemplo nos ofrece.
Medito: ¿Cómo florece
el perfumado rosal,
cómo brota el manantial,
qué es la vida, quién nos rige,
quién trabaja, quién dirige
la máquina universal?
Dios es el verbo, es el guía
de la humanidad entera
y si en verdad no existiera
el hombre lo inventaría.
Hoy que una guerra sombría
nos conmueve, nos aterra,
hay que combatir la guerra
con un esfuerzo tenaz
para que Dios, que es la paz,
impere sobre la tierra.
Clavellina:
Virgen de la Caridad
que salvaste a los tres Juanes,
paz ante los huracanes
que sufre la humanidad.
Rogamos a tu bondad
que evite toda desgracia,
que ni el mal ni la falacia
se impongan sobre la tierra;
que se termine la guerra
y triunfe la democracia.