A pesar de lo complicado que ha sido este año para la enseñanza, la Escuela Superior de Artes de Yucatán, inauguró ayer una edición más del Coloquio Nacional Pensar la Escena, espacio diseñado desde un inicio, como un foro para discutir el ciclo de la creación escénica y su dinamismo.
Partiendo de la actual situación derivada por el coronavirus, “la escena transita por un derrotero con pausas y tropiezos, pero ninguno tan grande para detenernos”, externó al dar la bienvenida a los participantes en línea, la coordinadora de la Licenciatura en Danza de la ESAY y una de las responsables del evento, Ana Marrufo, quien agregó que, espacios como estos son indispensables para creadores, estudiantes, artistas e investigadores de la escena nacional en los tiempos de pandemia.
En su rol como director general de la ESAY, Javier Álvarez, comentó que a pesar de este “incendio inapagable”, también surgen cosas que pueden crecer. “Se empieza a delinear una manera de comunicarnos y estar en contacto, que nos permite mirarnos para hallar las oportunidades. Las artes escénicas tienen un reto ante sí como nunca antes, pues no hay nada más contraintuitivo que tratar de practicar estas profesiones a la distancia”.
Puso como ejemplo, la falta de posibilidad de danzar sin tener contacto, ejecutar una pieza musical sin tener la cercanía con otro músico, o compartir escena entre actores.
“La conexión y la comunicación hoy en día se manifiestan como lo elementos más vitales, en esta crisis que estamos viviendo”, enfatizó.
Con la participación de 31 participantes nacionales e internacionales, divididos en cinco conversatorios y siete mesas panel, el Coloquio se desarrollará hasta el próximo 4 de diciembre.
Tras la inauguración, se efectuó la primera mesa de trabajo denominada Análisis de experiencias escénicas en la pandemia, que contó con la participación de Victoria Riva Palacios (Grupo independiente Ser-o, Cero Danza), Paula González Rencoret y Gervassio Cetto (Instituto Nacional de Asuntos del Movimiento de México), Angélica Íñiguez Pérez (investigadora, docente y gestora de danza independiente), y Jesús Laredo Sánchez (Academia de la Danza Mexicana y compañía Escénico22-Athos DC).
Partiendo de los efectos negativos que ha propiciado la pandemia en el gremio dancístico, y de la posibilidad que se presentan para el 2021, cada uno de los panelistas expuso su realidad vivida durante el confinamiento.
Para cerrar el día de actividades, se realizó el primer conversatorio con la directora de la compañía de danza Ardentía, Reyna Pérez, quien compartió con el alumnado y el público virtual, su experiencia al frente del equipo de trabajo en estos días.
Inició relatando, que como en todo el mundo, ha sido un año difícil pues todos los proyectos se cayeron. En el caso de la compañía que encabeza, explicó que hubo que ajustar todo el trabajo hecho en un salón y que se había proyectado para un teatro, a la realidad de la casa.
Uno de los grandes retos fue acoplarse al espacio en el hogar y por supuesto, el uso de las plataformas virtuales, en donde se sortean factores como la calidad del sonido o la posibilidad de hacer correcciones a los bailarines.
El origen del Coloquio Nacional Pensar la Escena, se remonta al 2009. En ese entonces, se realizó el primer rediseño del plan de estudios de la Licenciatura en Teatro, dándole más peso a la línea de investigación; de tal modo se invitó al alumnado a escribir ponencias que presentarían al final del año, surgiendo en 2012 Pensar el Teatro. Paulatinamente se fueron incluyendo otras disciplinas como danza, música y artes visuales, entre otras.
Para mayor información sobre la cartelera, visitar: esay.edu.mx.
Por Gibrán Román Canto