Tras concluir su formación en la Escuela Superior de Artes de Yucatán, Marisol Castro eligió el camino de la gráfica por diversos motivos, uno de ellos es que en estos tiempos pandémicos puede fungir como un oficio, sin dejar de lado su valor crítico-social.
Con la versatilidad de su trabajo, que se ha exhibido en museos o galerías, también gusta de “salir al barrio” y platicar con las personas; eso le permitió conocer las costumbres antiguas y nuevas.
Eso la llevó en un primer momento a desarrollar la serie "En cada calle: Microhistorias a través de la estampa", en donde se vislumbra la influencia del Taller de Gráfica Popular, Leopoldo Méndez, Fernando Castro Pacheco y Mariana Yampolsky.
Andar por las calles le ha permitido desarrollar un trabajo regido bajo una tríada que combina a la gráfica, la antropología y la iconografía popular. Sin importar si está en Mérida o fuera de ella, ha encontrado el modo de trasladar las historias a su taller y plasmarlo en diferentes medios.
Al abordar cómo ha afrontado la pandemia, explica que se ha tenido que ajustar luego de participar en una residencia en La Ceiba Gráfica, en Veracruz. Llegando a Mérida, las formas de obtener ingresos se le fueron cerrando poco a poco por las medidas restrictivas, sin embargo, el Internet y las redes sociales le brindaron la oportunidad de comercializar algunas playeras elaboradas en su taller La Patrona Graphic Art Studio; algunas de ellas incluso llegaron a Reino Unido. Poco a poco, ha abierto su estudio a nuevos alumnos que se inician en el arte del grabado.
A inicios del mes de diciembre, Marisol Castro participó en colaboración con post-gráfico colectivo, en la realización de una exposición Ex-Tensiones en los Talleres de Arte Contemporáneo de la CDMX; ahí presentó la instalación Tendedero 1347-2020, compuesta por 100 cubrebocas impresos y firmados como piezas gráficas, que tenían plasmados la imagen del doctor de la peste bubónica.
“Esta hace alusión de que vas caminando por el barrio y ves como están colgados como ropa. Forman parte de la cotidianeidad”, detalla.
En días más recientes, la artista está concluyendo el proyecto denominado Barrio vivo, mural de 1.20 x 2.40 metros que está elaborado en linoleografía. Estará ubicado en un espacio en el barrio de la Ermita de Santa Isabel y lo consigna ha sido que englobara toda cultura y costumbres del lugar.
Para conocer mejor su trabajo, visita su fanpage La Patrona Graphic Art Studio