Cultura

Brathwaite era el Caribe

Este hombre defendió la condición antillana a los cuatro vientos con la mente y el corazón. Llevaba sobre sí el viento huracanado de las islas y lo repartía a manos llenas en su escritura. No llegó a cerrar la novena década de su existencia. Murió el pasado martes, a los 89 años de edad, en Bridgetown, la capital de Barbados. Cuando a la amiga poetisa Nancy Morejón comuniqué la triste novedad, ella dijo una frase definitoria: “Edward Kamau Brathwaite era el Caribe”.

La primera ministra del país insular antillano, Mia Mottley, al lamentar la pérdida del escritor, expresó: “Kamau arrojó una luz poderosa sobre las realidades de nuestro presente y, a su vez, guió nuestro sentido de identidad propia y nacional; su alcance e influencia no se limitaron a su amado Barbados y el Caribe. Su mandato como educador en instituciones, desde Ghana hasta América, permitió a estudiantes de todas las etnias y antecedentes experimentar su magia con las palabras”.

Natural de la capital barbadense, donde nació el 11de mayo de 1930, Kamau Brathwaite es ampliamente considerado como una de las principales voces en el canon literario caribeño.

Después de culminar en la isla los estudios secundarios, Kamau obtuvo una beca en Inglaterra. En 1954 se recibió con honores en la Universidad de Cambridge y comenzó su asociación con el programa Caribbean Voices, de la BBC.

Un año después consiguió una plaza como funcionario del sector educativo en Costa de Oro, la actual Ghana, entonces colonia británica. La experiencia africana fue decisiva en su vocación literaria. Allí estrenó su primera obra de teatro: La elección de Odale.

Reencontró el Caribe en 1962, al ser nombrado para un puesto docente en Santa Lucía. Al poco tiempo, pasó a enseñar Historia en la sede jamaicana de la Universidad de las Indias Occidentales (UWI).

De regreso a Europa en 1966, Brathwaite encabezó, como cofundador y secretario, la organización del Movimiento de Artistas del Caribe, en Londres. Acerca de esa iniciativa, dijo al paso de los años: “Desde 1950, casi todos los novelistas de las Indias Occidentales que merecían ese nombre habían venido a Londres y más de cien libros provenían de sus máquinas de escribir y bolígrafos. Pero a pesar de esto, el público británico no parecía estar muy consciente de la naturaleza y el valor de esta contribución. Esta situación, me pareció, era algo para lamentar. El aislamiento de los escritores de las Indias Occidentales entre sí y de la sociedad en la que vivían eventualmente, sólo podría obstaculizar el desarrollo y no podría hacer nada para contribuir al problema quizás más importante de nuestros tiempos: el problema del futuro de las relaciones raciales en Gran Bretaña”.

Acompañaron a Brathwaite, en dicha concertación, otros destacados intelectuales y artistas antillanos, como C. L. R. James, Stuart Hall, Wilson Harris, Kenneth Ramchand, Ronald Moody, Aubrey Williams y Orlando Patterson.

Entretanto, preparó su tesis doctoral en la Universidad de Sussex, publicada en 1971 en Oxford, y sumamente elogiada por la crítica historiográfica británica: El desarrollo de la sociedad criolla en Jamaica.

Pero la consagración literaria llegaría en 1973 cuando reunió en el libro Los arribantes: trilogía del Nuevo Mundo, tres volúmenes poéticos anteriores: Derechos de pasaje (1967), Máscaras (1968) e Islas (1969). Brathwaite logró con éxito articular su identidad cultural con los orígenes africanos. El continente de sus ancestros se revela como una metáfora cargada de matices insospechados.

Su obra comenzó a ser reconocida en América Latina, al conquistar en 1976 el Premio Casa de las Américas en la categoría Literatura Caribeña, de expresión inglesa, y creole con su poemario Black + Blues. Volvería a ser premiado en 1986 por su ensayo Roots (Raíces) y hubo una tercera vez en 1998 por el lenguaje experimental de su libro MR.

A partir de la primera década de este siglo, la institución habanera decidió conferir distinciones simbólicas a libros ya editados y de notable impacto durante el año precedente a la convocatoria. Fue así que en 2011, el comité de evaluación de la Casa de las Américas adjudicó el Premio Honorífico de Poesía “José Lezama Lima” al libro Los danzantes del tiempo / Antología poética, de Kamau Brathwsaite, compilado y traducido por Christopher Winks y Adriana González Mateos, publicado por el Fondo Editorial de la Casa de las Américas, por ofrecer un amplio recorrido por la obra del escritor caribeño. Con tal proclamación, Kamau implantó la marca de sr el autor más laureado en la historia del Premio Casa.

En una ocasión, Kamau Brathwaite escribió que no bastaba con no estar libre de los látigos, principados y poderes impositivos, que a la libertad sólo se llegaba desde el conocimiento y la sensibilidad para compartir valores. Quizá ello sea el mayor legado de una vida conagrada a la poesía y a ese mare nostrum caribeño que nos une.