Ivi May DzibLiteratura para niños y jóvenes
En el año 2012 el Fondo de Cultura Económica publicó en la colección “A través del espejo” el libro La piel de Juliette de Tahereh Mafi, traducido por Juan Elías Tovar Cross. Este libro, cuyo título original es Shatter me, lo publicó la autora en el año 2011 –cuando tenía 24 años– y es parte de una trilogía, cuyas partes segunda y tercera están tituladas como Unravel me (traducida al español en 2016) y Destroy me (que aún no ha sido traducida). Tal ha sido el éxito de este libro que, incluso, ya se han comprado los derechos para su adaptación al cine.
La historia –llena de intrigas, traiciones y emociones apocalípticas– podríamos resumirla de la siguiente manera: “La piel de Juliette es letal. Quien la ha tocado no ha logrado sobrevivir. Todos la consideran un peligro y, por ello, ha permanecido 264 días encerrada en una celda. Afuera, el mundo está devastado: los animales, las plantas y el cielo azul no son más que un recuerdo. En medio del caos, Warner, un joven perverso, intenta reestablecer el orden a través de la represión. Juliette no tiene ninguna esperanza de sobrevivir encerrada en la celda, hasta que aparece Adam; la atracción entre ellos es inmediata. Él la hará confrontar sus miedos y dudas, y cuando por fin parece que recobrará su libertad, descubre que Warner la ha vigilado desde hace tiempo y tiene planes muy distintos para ella”.
Además de una historia que nos lleva a los límites de la emoción, hay que considerar los recursos estilísticos que utiliza la autora, ya que Juliette es la que cuenta su historia. El uso del narrador en primera persona podría parecer algo normal y que no valdría la pena mencionar, pero es interesante cómo la autora le da importancia no sólo a lo que Juliette dice, sino también a lo que calla, o más bien, lo que dice en su mente y lo que no se calla e intenta borrar. Para explicarlo mejor, cito: “Le doy un jalón a su camiseta y le ordeno seguirme mientras avanzo a tientas por el laberinto de la institución para enfermos mentales. Es un asilo, un centro para jóvenes con problemas, para niños abandonados de familias deshechas, una casa de seguridad para los psicológicamente perturbados. Es una prisión”.
El efecto del tachado en la tipografía del texto nos da la posibilidad de dos lecturas: una en la que hacemos caso omiso a lo que no se dice y otra, tomando en cuenta lo que el personaje dice y calla. Durante la primera parte de la obra, Juliette trata de convencerse a sí misma que no está loca, pero la falta de contacto humano debido a su extraña condición le hace dudar de la “realidad”, de ahí que piense muchas cosas que termina por tachar. Luego esas cosas las elimina hasta de sus pensamientos porque sabe que es mejor callar para seguir viva que decir todo lo que piensa.
La piel de Juliette es un libro entretenido que entra en esas lecturas que están de moda entre los jóvenes como Los juegos del hambre, la heroína de esta historia e incluso el villano serán del agrado del público, porque ante un mundo destruido, podremos ver que los motivos que cada uno tiene para rediseñarlo no son desdeñables.
Tahereh Mafi nació en 1987 en Connecticut, Estados Unidos. Actualmente vive en California, donde considera que el clima es demasiado perfecto para su gusto. Estudió Literatura Española en Barcelona y escribe desde hace años. También le gusta leer todo el tiempo; se dice que cuando la autora no tiene un libro en la mano, se le puede ver leyendo envolturas de dulces, cupones y recibos viejos. Recién graduada de la universidad escribió La piel de Juliette, su primera novela, que ha sido traducida a más de veinte idiomas y marca el inicio de una trilogía que desde el primer volumen se ha caracterizado por no dejar indiferente al lector.
ivimayd@hotmail.com