En el inicio de la música popular, cuando esta se hizo masiva, han existido magníficos ejecutantes de la batería, el instrumento más subvalorado en las grandes bandas y grupos musicales de todas las tendencias. Si hacemos un poco de historia, el primer baterista que destacó por sobre los demás elementos de la banda o bandas en las que tocaba fue Gene Kruppa, un súper ejecutante del instrumento.
En los lugares en los que tocaba alguna de las bandas de las que formaba parte, se destacaba su nombre, fue el primero en poner en primera fila a este tipo de percusión, es decir, la batería; ya que en percusiones exóticas o afroamericanas ya eran reconocidos varios.
A Kruppa le toco la época de las grandes bandas. Estas realizaban excelentes versiones a las melodías del ritmo en boga por aquel entonces, el swing. Tenía Kruppa un ritmo endemoniado y una enorme potencia al tocar los tambores y los platillos. Los más grandes directores de orquesta literalmente se peleaban porque Gene Kruppa formara parte de sus agrupaciones, lo mismo que los más grandes exponentes del jazz.
Es quizás el más influyente de los bateristas para quienes le siguieron posteriormente, en particular dos enormes bateristas en la época del rock, Ginger Baker y Carmine Appice. Para los noveles bateristas después de Kruppa, para ilustrar lo anterior, diré que solamente existen impresos tres métodos para aprender el instrumento. El de Kruppa, el de Baker y el de Appice (en lo personal, este último el mejor baterista de la historia), como ejemplo de su grandeza.
Kruppa nació en 1909 en Chicago, Illinois, y falleció en 1973 en Nueva York.
Podríamos externar que fue el primer baterista que se le anunciaba como solista en la historia de la música.
Comenzó e hizo su primera grabación en el año de 1927. Se unió a la entonces más afamada banda del mundo, la de Benny Goodman y de ahí fue reconocido ya como un genio de los tambores. Por desavenencias con Goodman se separó de éste y formó su propia banda.
Salió en la película Bolas de fuego donde, junto con su banda tocaron el gran éxito del momento, Drum Boogie, en diversas versiones. Fue la imagen de la marca Slingerland que lanzó el modelo “Radio King” en su honor. Fue famoso su modo de tocar el bombo y el sock cymbal. Su método de tocar se publicó en 1935, convirtiéndose en el texto primordial para aprender a tocar el instrumento.
Fue famoso su “solo” que tocó como un poseído y que duró veinte minutos a la melodía Sing sing.
La película de su vida fue llevada a la pantalla con el nombre de El hombre del brazo de oro, con la gran actuación de Sal Mineo en el papel de Kruppa y los horrores de su recuperación a su adicción a la heroína, y con música del gran Henry Mancinni.
Podemos afirmar que Genne Krupa ha sido la inspiración de todos los grandes bateristas desde su época en activo, hasta nuestros días.
En próxima nota hablaremos de otro gigante de la batería: Ginger Baker.