Síguenos

Última hora

Confirman localización con vida de tres pescadores desaparecidos en Sisal

Cultura

Eglé, Eglitos, doña Eglé, del cariño al respeto absoluto

Víctor Salas

Doña Acacia Eglé Mendiburu Carrillo, actriz de enorme y voluminosa trayectoria artística, como su vida misma, recibió la Medalla Bellas Artes 2020 el viernes 28 de febrero, y le fue conferida en los amplios terrenos del CEBA, en una noche marcada por las bajas temperaturas y el calor humano de un enorme público que se reunió ahí para vitorearla, aplaudirle, decirle cosas bonitas y rendirse ante sus méritos humanos y profesionales, que de ambos desarrolló más de mucho.

En uno de los largos andenes que conducen a una de las plazoletas del CEBA, se hizo una valla humana con alumnos de las distintas escuelas artísticas de la institución, quienes vestidos de negro coreaban palabras alusivas a la recipiendaria de la medalla. Mientras, en la tarima donde se efectuaría el acto de homenaje, una animadora (con voz elevada) enaltecía las cosas del evento y animaba la marcha de la actriz y las personas que la acompañaban. Al llegar al estrado, todos los asistentes se convirtieron en una larga y sonora ovación. Sentado en primera fila, un trío de saxofonistas interpretó una melodía para dar cabal sentido artístico a la noche.

Desde dos pantallas se transmitió un video con imágenes retrospectivas de doña Eglé Mendiburu y alocuciones de varias actrices, directoras de teatro y exalumnos de la homenajeada, quien iba acompañada de la mayor de sus hijas, la bailarina Eglé López.

Los dicentes destacaron cualidades, virtudes, actitudes, ocurrencias, sugerencias y todo lo pertinente de una mujer que ha sabido estar en los escenarios de la mejor manera y con todos los mejores de la escena de Yucatán.

El maestro de ceremonia presentó a las principales autoridades involucradas en el evento: Loreto Villanueva, de la SEGEY; Erika Millet Corona, de la SEDECULTA; y Corazón Sánchez, del Centro Estatal de Bellas Artes, quien tuvo la responsabilidad de dirigirle unas palabras a la mentora del área de teatro de dicha escuela, Eglé Mendiburu.

Iván Rubio tuvo la responsabilidad de leer extensa y bien nutrida biografía artística de doña Eglos, como cariñosamente le dicen a doña Eglé.

Finalmente, subieron las autoridades e invitados importantes al evento y Loreto Villanueva hizo pender del cuello de la recipiendaria, un listón azul del que colgaba una brillante medalla, cuyo resultado era la vida artística de Acacia Eglé Mendiburu Carrillo. Esta, emocionada y advirtiendo que iba a hablar con dificultad por ese sentimiento, recordó cuando subió al segundo piso de Bellas Artes de la 59, donde se encontraba el maestro Armando Vidiella, dando así comienzo a una trayectoria teatral que han reconocido propios y extraños.

Pero doña Eglé es admirable por otras muchas razones, condensadas en su factor humano, esa admirable voluntad, pues para poder ser actriz tenía que atender la vida matrimonial junto a Pablo Buenfil; hacerlo sin descuidar la atención de sus hijos Eglé, Acacia y Pablito; haciendo trabajo matutino en el Catastro del Estado y llevando las riendas de su hogar en la colonia Industrial. Ella era para todos, todo lo atendía amorosamente, incluyendo a su propia madre y padre (a los cuales adoraba).

En ese universo de compromisos familiares, sacaba el tiempo necesario para asistir a los ensayos de teatro, dar clases en la escuela de Bellas Artes y hacer las temporadas teatrales. ¿Cómo podía con todo? Con enorme ecuanimidad, entusiasmo y profesionalismo. Por todo lo anterior, no fue exagerada ninguna de las palabras que tuvieron para ella sus amigas y alumnas.

Esta Medalla de Bellas Artes se suma a otras más que han dado lumbre a su vida artística, como las del Mérito Artístico y la Medalla Yucatán. Sin embargo, para ella sus mejores medallas han de ser las magníficas actuaciones que tuvo en los múltiples personajes que interpretó.

Me place haber conocido a una joven mamá y actriz, hoy coronada por toda su vasta aportación a la cultura de nuestra entidad. ¡Bravo, doña Eglé!

Siguiente noticia

De las lecturas de Benito Juárez: El Triunfo de la Libertad sobre el Despotismo