Cultura

La orgía

Fernando Muñoz Castillo

I

Recientemente el grupo de teatro Havanafama, presentó en Casa Tanicho, dos obras, una de Mario Vargas Llosa y otra de Enrique Buenaventura, dramaturgo colombiano Premio Casa de las Américas.

La obra que vimos de este dramaturgo fue: La Orgía. Un homenaje indudablemente a Valle Inclán el Marqués de Bradomín y su esperpéntica obra Divinas palabras, pero también por el tema que toca que es de “la corte de los milagros”, rinde homenaje a Víctor Hugo y su famosa novela El jorobado de Notre Dame, a Bertolt Brecht y La ópera de los tres centavos; a la obra de Héctor Azar Olímpica, que se estrenó después del éxito de la puesta mexicana dirigida por Juan Ibáñez de Divinas palabras en el Festival de Nancy, Francia; aunque ya anteriormente, Luis G. Basurto había escrito una espléndida obra que fue un éxito modesto en su estreno y que formó parte de sus giras por todo Hispanoamérica: Los reyes del mundo.

El crítico Armando de María y Campos la consideró “folletín dramático”, con el paso del tiempo a esta obra se ha llamado un auto sacramental y una de las mejores que escribió Basurto.

La crítica de María y Campos a la obra de Luis G. Basurto, nos dice en un fragmento algo puntal para entender el trabajo de Havanafama a la obra de Buenaventura:

“La interpretación de Los reyes del mundo está sobreactuada, porque es necesario que sea así, para que el director extraiga, de una colección de monólogos y soliloquios una acción, viva e impresionista, que constituya espectáculo”.

Por último quisiera mencionar otra obra de teatro, la escrita por el austríaco Arthur Schnitzler: La cacatúa verde, cuya historia es la siguiente: En una taberna de París llamada “La cacatúa verde”, un grupo de supuestos actores improvisa escenas de delitos y crímenes ante un público compuesto por los aristócratas de la ciudad. Los actores representan robos, incendios de casas y asesinatos. El dueño de la taberna, Prospére, se mofa del público, los insulta y llega a desearles que sean ajusticiados muy pronto por el pueblo mancillado y explotado. Todo esto sucede en la víspera del 14 de julio de 1789, día de la toma de la Bastilla.

La ilusión y la verdad agreste se confunden.

Schnitzler bautizó su obra como “farsa grotesca en un acto”.

Buenaventura en La Orgía, utiliza un espacio miserable donde vive una especie de reina de los pordioseros y delincuentes de los bajos fondos, a quien le gusta representar espectáculos cada determinado tiempo, desde escenas de sexo con su hijo hasta escenas de sexo con varios personajes del inframundo.

Cada 30 de mes realiza una obra llena de fantasía; después de la representación se da una especie de cena, la olla de las sobras, algo así como olla podrida. Los personajes asisten a la cloaca de esta mujerzuela por la comida, además de por el dinero que se les paga por representar a los diferentes personajes.

Personajes tipo de la sociedad monárquica: el general, el obispo, el príncipe, los cortesanos y la reina.

Continuará.