Cultura

Paisajes en el aire

Cristóbal León Campos

Las siluetas transforman al ser, cuerpos desplegados que se entrelazan, figuras en el aire que provocan a la imaginación; la naturaleza tiene en su razón la expresión variada de la armonía, giros, arcos y puntas, el contorno de los límites se deshace con las manos en el aire, la sonrisa siempre al frente, piernas formadas con empeño, la fuerza viene del espíritu que se inspira en la alegría de la danza, los cisnes vuelan más alto cuando buscan el nido de los sueños, la pureza blanca viste los cuerpos del ritual, el tiempo es el compás que designa el movimiento, signos entonados con soplos de vals, el ritmo y la cadencia, las notas y los pasos, el conjunto de belleza expone la virtud de la luz, los danzantes y bailarines se recrean en la escena como las aves en el cielo, las manos en el aire señalan la libertad que se siente cuando hacemos aquello que nos apasiona. La danza es expresión artística de la vida.

¿Cómo describir aquello que nos hace libres? ¿Qué palabras pueden expresar lo que sentimos? El cansancio se vence con la determinación; el cuerpo duele, pero la sonrisa indica el goce, en el escenario se desnudan despojándose del miedo, las manos se mueven, las piernas afilan las formas, la gracia reside en las figuras, el lenguaje de los cuerpos con ritmos del espíritu se llena de conocimiento, de placer, de vida; expresar aquello que sentimos es siempre un reto, pero una necesidad que nos implora el alma, hay quienes lo hacen con las palabras, utilizan el lenguaje, ya sea en voz alta o con la pluma, otros, lo hacen por medio de la música, componen melodías o dedican alguna para hacer saber sus pasiones, mas hay otros quienes por medio de las formas dan a conocer los sentimientos, ellos, hacen del cuerpo el elemento transmisor de ideas, de sentimientos, sus cuerpos se convierten en el medio, en la palabra no dicha pero comprendida, voces que callan para hablarnos con los movimientos, así como los cisnes hacen estampas al volar, los danzantes crean escenas con paisajes de imaginación. La danza es sentimiento porque expresa las pasiones en libertad.

Manos que trazan los senderos de la mente, los colores son sentidos, significados, interpretar la vida con el pincel de la gracia es una forma de expresar el sentido de las ideas, de los sueños, el pintor hace suyas las cosmovisiones de su tiempo para recrearlas, para transformarlas, retratos con aliento de cambio, ¿qué sentimos cuando vemos una pintura?, cada quien sabe lo que siente, más allá de lo que el artista pensara nosotros interpretamos a nuestro modo, según nuestros sentidos, sin embargo, la obra por su belleza y sus conceptos nos inducen a algún punto, partimos de la propuesta hecha arte. David Siqueiros dijera alguna vez que “El estilo es lo último, es la última consecuencia del fenómeno plástico y no el principio”, primero las emociones nacen, se plasman, se recrean, la pintura como la danza es movimiento, es forma, es pasión. Todo arte nos hace más humanos, porque nos permite profundizar en nuestros sentidos y emociones, hacerlas de todos al compartirlas es la razón de los esfuerzos, en las manos se crea el universo lleno de matices.

La creación es una necesidad, el artista requiere hacer fluir desde su interior aquello que desea comunicar, comunicarse a sí mismo, hacer de los otros lo suyo, crear así una relación, un nosotros en torno a una obra, profundidad en los sentidos, un común en el sentimiento; atreverse a comunicar lo que en nuestro interior late es un acto de valentía, pero sobre todo la necesidad de la vida, de ser y hacer lo que requerimos para la plenitud, somos plenos cuando hacemos aquello que amamos, amar es crear desde el interior un universo alterno, vivo, real, constituyente del nosotros que nos haga renacer, la mente del pintor siente, porque en ella fluyen las cosas de su ser interior. El arte es amor porque nace del corazón para reafirmar los sueños.

Cuando las manos toman forma en el contexto de la creación, hacen realidad las interpretaciones de los seres, el conjunto de imágenes, formas y colores recrean el universo interno del artista, los cisnes vuelan desplegando la belleza, la pintura libera la profunda imagen del espíritu, formas y siluetas dan vida a los horizontes que miramos con los ojos del sentido, aquello que amamos nos hace vibrar los cuerpos, transformarse en la misma obra para renacer, crear es el ejercicio de la emancipación; aquellos que danzan, pintan y sienten en el aire liberan las manos para darse a sí mismos significado, los cisnes danzan en el paisaje de la libertad.