Luis Carlos Coto Mederos
Esta sección de la controversia transcurre aún por los subtemas. Es preciso indicar que muchas veces el tema principal no se conoce de antemano, sino que al final de la controversia se valora qué fue lo que más peso tuvo en el debate. Esta sección es de una alta poética que exalta la bohemia de los pueblos costeros y de la vida y sueños de los pescadores, como es propio en una playa como Cajío
1795Tema: Versos de José Martí (2)
Francisco Riverón vs
Francisco Pereira
Francisco Riverón
Yo, con la aurora de adentro,
al mundo suelo alumbrar
y en un verso sé sacar
el sol que tengo en el centro.
Yo, cuando en un sueño encuentro
la palabra de mi grito,
yo, cuando sin un delito
pierdo el peso de la cruz,
en una gota de luz
me cabe el sol infinito.
Francisco Pereira
Yo llevo al sol infinito
en la cuenca de un saludo,
a veces no llega agudo
mas a la sangre que un grito.
En la hoguera en que crepito
desprecio a la luna buena,
porque en las noches amenas,
cuando estoy de sombras hecho,
me hago una herida en el pecho
y me alumbro con las venas.
Francisco Riverón
Pues mira bien cómo estrenas
algún milagro solar,
que yo me quiero alumbrar
con los rayos de tus venas.
Yo escribo con tintas buenas
noches de sangre y papel
y, por abrirle un dintel
más claro a los caracoles,
me rompo en los almasoles
que me salen por la piel.
Francisco Pereira
Yo traigo sobre la piel
al sol casi aprisionado,
¿pero cuántos se han quedado
a oscuras en mi dintel?
Si quieres los rayos de él
ven a mis puntos más rojos,
puesto que los hombres flojos
que imitan al caracol,
no pueden mirar al sol
porque les quema los ojos.
Francisco Riverón
Aunque me queme los ojos,
al sol me pongo a mirar
como queriendo borrar
la noche de los matojos.
Yo, a veces, sueño de antojos
y me convierto en bemol,
y frente al negro charol
hago el milagro de un broche
que puede borrar la noche
con una mano de sol.
Francisco Pereira
Haz que a mi mano de sol,
tu epidermis la resista
para que el campo se vista
con un nuevo verderol.
No te vistas de charol,
no sea que a los ojos tuyos
les pase como a los yuyos,
que entre rústicos faroles,
salen pregonando soles
cuando aprisionan cocuyos.
***
Francisco Riverón
Un cuento de pescadores
lleva en el mar de Cajío
y a mi corazón vacío
vuelven los viejos amores,
tengo canas interiores
que no se pueden peinar
y, como ansiando pescar
peces que caigan del cielo,
con un sueño en el anzuelo
tiro mis versos al mar.
Francisco Pereira
Tirando versos al mar
paso las noches a veces
y el mar me paga con peces
el trabajo de esperar.
La tarde se echó a rodar
por los hombros de la playa,
y ahora que en la noche encalla
sobre las piedras del fondo,
la luna es un pez redondo
que se acuesta en mi atarraya.
Francisco Riverón
Cuando sobre mi atarraya
la luna es un pez que duerme,
al amor que viene a verme
le pido que no se vaya.
Y al presentir que la playa
solloza la despedida,
como lavando la herida
que los recuerdos me dan,
las olas vienen y van
cruzando el mar de mi vida.
Francisco Pereira
Cruzando el mar de mi vida
anda un barco hecho mujer
que no acaba de tener
hacia otros puertos salida.
Con una cuerda partida
es difícil el regreso
y, sin embargo, no ceso
de partir espuma y roca
por hacer puerto una boca
para el anclaje de un beso.
Francisco Riverón
Cargando el ancla de un beso
me gasté de ir y volver
buscando en una mujer
un cuerpo de carne y hueso.
Soy la senda sin regreso
de un adiós que no se ha ido,
¿y dónde hallar un latido
que pueda servir de anclaje
a quien anduvo de viaje
por tantos mares de olvido?
Francisco Pereira
En los mares del olvido
hunden su amorosa quilla
los viajeros que en la orilla
del amor se han detenido.
Porque si el amor herido
parte brújula y timón,
y hecha nave la ilusión
vaga por el mar izquierdo,
el salitre del recuerdo
nos corroe el corazón.