Ivi May Dzib
Literatura para niños y jóvenes
La Dirección General de Publicaciones del CONACULTA, a través del programa Alas y Raíces, editó en el año 2008 Mi abuela tiene diez años de Elena Dreser, e ilustrado por Alma Pacheco, un libro en donde la forma que se ve la vida es lo más importante.
El protagonista de esta historia es un niño, quien no se explica cómo es que su abuela (o más bien su bisabuela, aunque a él le gusta mejor decirle abuela, ya que es más corto) siempre que le preguntan su edad se la va disminuyendo, es decir, nunca contesta “tengo setenta u ochenta”: “Cuando yo era chiquito, la abuela contestaba que tenía quince años. Y como yo aún no sabía contar bien ni todo lo que sé ahora, me parecía perfecto. ¡En mi casa, había una linda abuela quinceañera!”.
Pero conforme el niño iba creciendo, la abuela iba disminuyendo su edad, en las fiestas le preguntaban cuántos años tenía y respondía catorce, un año después dijo trece, después once y el último día que el niño fue a la escuela y sus amiguitos le preguntaron a la señora, ella respondió once.
Hay que aclarar que nuestro pequeño protagonista ama a su abuela y no considera que esté loca, ya que ella le ha enseñado a jugar ajedrez, le enseña matemáticas, le muestra lo hermoso de la naturaleza, pero, sobre todo, es una amiga. Sin embargo, le incomoda que su abuela diga que tiene esa edad, a veces le hace pasar vergüenzas y, en muchas ocasiones, le enojan aquellas personas que no tienen nada que hacer más que andar preguntando la edad de la gente.
Un día, ya en las vacaciones escolares, tres niños revoltosos, los muchachitos rebeldes de la otra calle, se acercaron para molestar a la abuela y burlarse por su edad, le preguntaban si en verdad tenía diez años; como la abuela contestó que sí, los niños se siguieron burlando de ella, pero la abuela hizo caso omiso porque se dio cuenta de que no valía la pena discutir con gente necia que sólo buscaba herir.
Ese día, el niño se dio cuenta de que se sentía triste por esas burlas, no vergüenza, sino algo en su pecho parecido a la angustia y a la rabia le tocó el corazón, viendo esto, su abuela le contó su secreto. Le mostró la canasta de naranjas, que tenía siete, luego ellos comieron dos, después le preguntó al niño cuántas naranjas quedaban en el canasto. A través de una suma y una resta la abuela le explica al niño: “Así es el ciclo de cada persona, los años consumidos pertenecen al pasado, ya no lo tenemos. El único tiempo disponible es el que todavía nos queda por vivir y compartir”.
La abuela tiene diez años, porque ella considera que diez años de vida es lo que le queda y son los que hay que vivir de forma alegre y activa. De ahí que nuestro protagonista ya sólo ría cuando a la abuela le preguntan la edad. Un libro que nos hará entender el valor de nuestros seres queridos que han llegado a una edad avanzada.
Elena Dreser es autora de títulos como ¡Me picó la Luna!, libro para niños de 1 a 12 años, que va por su tercera edición y que, dice, “ha resultado ser un best seller entre los infantes de preescolar”.
La autora nació en Río Negro, Argentina, pero radica en México desde hace varias décadas; ha publicado más de 30 libros en 30 años, y los últimos 20 son para niños muy pequeños. Usted puede encontrar este libro en la siguiente dirección: https://fliphtml5.com/slbiq/bjqr/basic
ivimayd@hotmail.com