Luis Carlos Coto Mederos
Ecos de mi tierra
La décima de Pedro Guerra se caracterizó por ser sentenciosa, efectista e irónica. Eso le ganó la simpatía de muchos.
Pedro fue el perfecto complemento de aquella pareja icónica.
José Marichal, por su parte, cultivó un estilo más calmado, juicioso y profundo, útil para establecer el balance necesario.
La selección que traemos hoy habla sobre la ironía en la improvisación.
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Tema: El pasado (4)
José Marichal vs Pedro Guerra
José Marichal
Poder escucharte un día
en paz, sería una suerte,
lo más difícil es verte
sin practicar la ironía.
Como el pan de la alegría
buscas esas realidades,
siempre del centro te evades
cuando vas a producirte
y al mundo le gusta oírte
probando tus facultades.
Pedro Guerra
A mí siempre se me acusa
de practicar la ironía
y fray candil qué diría
si conociera mi musa.
De ese comentario abusa
todo el fuera de compás,
la ironía que quizás
a veces logres oírme
la digo por divertirme
un momento y nada más.
José Marichal
Mentira, no es ironía
es más bien astucia y maña,
claro, que al mundo se engaña
con cualquiera bobería.
Quien te ha visto más de un día
en pose de luchador,
sin que niegue tu valor
confiesa que en tu miraje
hay más bien un sabotaje
para eludir el rigor.
Pedro Guerra
Esa es la equivocación
peor que puede sufrir
todo el que no quiere oír
la verdadera razón,
que estemos en la función,
que tú logres más progreso,
que te encamine un proceso
dejándolo todo atrás,
supón que tú cantas más
y qué has ganado con eso.
José Marichal
Todos queremos oírte
levantar tu pensamiento
con ese desprendimiento
en el que puedas lucirte.
Todos queremos pedirte
que viertas luces y flores,
que ofrezcas tus pormenores,
así ecuánime y sereno,
ante un mundo que está lleno
de verdaderos valores.
Pedro Guerra
Esa sí es la destacada
astucia trovadoresca,
para que salga más fresca
la gracia de la tonada.
Decir tú, no has hecho nada
de acuerdo con tu poder,
decir tú, puedes poner
en cada estrofa el sentido,
tú, casi siempre has querido
lo que no puedes hacer.
José Marichal
Como tú tienes tu escuela
yo también tengo la mía;
yo derrocho mi energía
tal como quiso mi abuela.
Hay algo que me consuela
y es el modo de pensar,
y es el eterno bregar
que, a veces, no es oportuno,
es s?ólo que cada uno
da aquello que puede dar.
Pedro Guerra
Querer tocarle en el fin
al que ha fundido el crisol,
es como dar nota sol
en la casa del clarín.
Cada cual tiene un magín
en el que pone interés
y ya que al frente me ves
conocerlos convendría,
si lo mío es ironía,
¿lo tuyo qué cosa es?
José Marichal
Ocurre que el pensamiento
ordena sus travesuras
y soñar con las alturas
tiene cierto encantamiento.
Ocurre que el argumento
no siempre sale medido
y aunque nadie lo ha pedido
debe ser que, cruel error,
todo tiene su valor.
todo tiene su sentido.
Pedro Guerra
Si yo he de parar el tren
porque a ti no te convenga
que mi pensamiento tenga
sus travesuras también.
Todos conocemos bien,
cantor, lo que has intentado
y, si es que no has encontrado
para tu cerebro un día,
sigue con la fantasía
de viejo y de tu pasado.
José Marichal
Sigue impulsando ese tren
que a algún fin te ha de llevar,
sin duda no ha de faltar
quien lo espere en el andén.
Y cuando el guardalmacén
venda el boletín expreso,
que ocurre de todo eso
que, con mayor sencillez,
el que ciñe de vejez
se siente un niño travieso.
Pedro Guerra
Porque yo llevo equipaje
y mercancía también,
si no hay nadie en el andén
me paro y sigo de viaje.
No será ningún ultraje
que tenga que soportar
en mi eterno deambular
tan trágicos desafueros,
pues, total, hay pasajeros
que no se deben quedar.
José Marichal
¿Tú sabes por qué me siento
un tanto desconcertado?
Por lo tanto que he buscado
sin poder hallar aliento.
¿Tú sabes por qué lamento
una lucha encarnizada?
Porque es cosa desdichada
y un trago bastante amargo
que se cante un tiempo largo
para no haber dicho nada.
Pedro Guerra
Yo sé por lo que te sientes
un tanto desalentado,
después de haber procurado
versos hasta con los dientes.
Y no es raro que lamentes
con tu juicio de caduco,
esto mío ha sido un truco,
lo mío es malo porqué
trovador no me dejé
amarrar con tu bejuco.