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Sujeto ataca con arma punzocortante a usuario del Metro de la CDMX e intenta quitarse la vida

Cultura

La República de las Letras

Humberto Musacchio

Alteran mural de Ceniceros

El mural de Guillermo Ceniceros, que se halla en la estación Tacubaya del metro, está siendo groseramente alterado –dizque– para rescatarlo de la humedad y los grafitis que lo han dañado.

La obra de 1986 merece, por supuesto, una restauración, pero la dirección del metro ha ordenado efectuarla mediante un trabajo de albañilería, sin consultar al creador de esa pintura ni a las autoridades de Bellas Artes, que ya deberían estarle haciendo frente a este nuevo atentado contra los bienes culturales de la ciudad y de la nación.

La actuación es evidentemente clandestina, pues el acreditado fotógrafo, Pascual Borzelli, informa que le impidieron realizar tomas con su cámara, lo que tuvo que hacer en forma soterrada con su teléfono celular. Inexplicablemente, la dirección del metro ha girado órdenes de impedir que se tomen fotos, lo que según los policías destacados en la citada estación obedece a razones de “seguridad nacional”. En suma, no cuidan los murales de la destrucción, pero eso sí, impiden que un fotoperiodista denuncie la irresponsabilidad de doña Florencia.

Homenaje a Daniel Leyva

Les Ateliers du SAL, la revista en línea del Séminaire Amérique Latine, de la Universidad de París, incluye en su último número un homenaje al querido Daniel Leyva, escritor que lamentablemente falleció hace unos meses.

Se publican artículos de Guillermo Merino, Rafael Cervantes, Laurence Podselver y uno más del firmante de esta columna, así como un texto introductorio de Eduardo Ramos Izquierdo, convocante al homenaje post mortem al autor de poemarios como Crispal (Premio Villaurrutia 1976) y Talabra, o de novelas entre las cuales están ABECEDErio o ABeCeDamo o Una piñata llena de memoria. Póstumamente apareció una más, en verso, que ya comentaremos en este espacio. Educado en la UNAM y en La Sorbona, no sobra decir que Leyva fue un cumplido y eficiente subdirector del INBA y hasta ahora el mejor director de Difusión Cultural que ha tenido el Politécnico.

¡Por mi madre, bohemios!

Carlos Monsiváis fue el escritor más popular. Cuando caminaba por la calle acababa rodeado de admiradores que le pedían autógrafos o tomarse con él una foto.

Alguna vez, luego de zafarse de una de esas aglomeraciones, comentó a este columnista: “Y pensar que no me han leído”. Pero muchos admiradores sí habían leído libros como Días de guardar, Amor perdido o A ustedes les consta.

Periodista desde la adolescencia, escribió en la revista Medio Siglo, de la Facultad de Derecho, y en Estaciones, la publicación que sostenía de su peculio Elías Nandino. Colaboró en los suplementos de Fernando Benítez y dirigió La Cultura en México. Apoyó el surgimiento de Proceso, unomásuno, Nexos y La Jornada. En Radio UNAM hizo el programa El Cine y la Crítica. Apareció en algunas películas y fue un multipremiado protagonista de la vida cultural. Hoy, lamentablemente, sus libros se venden muy poco. El próximo 19 de junio se cumplen diez años de su muerte. El Museo del Estanquillo prepara una gran exposición para recordarlo, pero las instituciones culturales harían bien en promover su obra, pero es mucho pedir con el funcionariado cultural que tenemos.

La Caniem pide auxilio

La venta de libros se ha desplomado. Ante el desastre, la Cámara Nacional de la Industria Editorial “Mexicana” pide al Gobierno de la República que le entre al quite para ayudar a las firmas del ramo, lo que en principio parece loable.

Sin embargo, sería insensato que las autoridades acudieran en auxilio de todas las empresas editoriales, en un mercado que dominan dos grandes trasnacionales –Random House-Mondadori y Planeta-De Agostini–, en tanto que las firmas mexicanas son, salvo el Fondo de Cultura Económica, pequeñas y pequeñísimas productoras que carecen de toda clase de estímulos, pero que para reponerse suelen no pagar a los autores o a lo sumo les entregan una mísera cantidad de ejemplares. La industria editorial necesitará de todo un proyecto oficial de apoyo. Pero con eso de que la intelectualidad es fifí, y hasta ricachona, pocas esperanzas pueden alentarse.

Breviario…

Por su texto teatral ¡Violencia!, Valeria Loera (Chihuahua, 1993) resultó ganadora de los 120 mil pesos del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo. La autora es licenciada en teatro por la Universidad Autónoma de Chihuahua, ha sido becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas, ha colaborado en publicaciones como Este País y Tierra Adentro y como actriz ha estado en los escenarios en una veintena de representaciones. La obra ganadora se pondrá el año próximo en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico. Un trabajo intenso para sus pocos y brillantes años. @@@ Murió el polígrafo Alfonso Rangel Guerra (Monterrey, 1928), abogado, diplomático, profesor universitario y autor de una copiosa bibliografía en la que destacan sus trabajos sobre Alfonso Reyes.

En estos días de notorio analfabetismo funcional entre el funcionariado de cultura, cabe resaltar la gestión de Rangel Guerra al frente importantes instituciones educativas o de organismos como Conarte o el Crefal. ¿Ya no hay de esos?

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