Emotivo concierto del compositor cubano
Leydis Balbuena Leyva
Su música es una muestra de que en estos tiempos no todo es pandemia ni pérdida ni miedo. Además, la poesía de Carlos Varela suele estremecernos hasta los huesos. Así sucedió el pasado viernes con el primer concierto online del cantautor cubano. Ese momento, pese a la distancia, sirvió para dar esperanza y para reconectar con la familia y los amigos.
El reconocido trovador, formado en el movimiento de la Nueva Trova –aunque la crítica y el público lo inscriben en la Novísima Trova– invitó días antes a sus seguidores a un live desde su casa. En su canal de Facebook, el compositor de canciones como “Jalisco Park”, “Guillermo Tell”, “Monedas al Aire”, “Una palabra”, entre muchas otras más que ha escrito en más de 35 años de carrera, pidió a los fans que seleccionaran, de una lista de 20 títulos, los cinco que les gustaría escuchar.
Y como prometió, el viernes 29 de mayo, a las 4 de la tarde, complació a su público. Con guitarra en mano, su típico atuendo de color negro, y en un escenario íntimo y acogedor, el trovador dio inicio al esperado encuentro. La canción seleccionada para abrir no podía ser otra que “Monedas al aire”, escrita para su madre en 1990, poco antes de morir. Es un tema emotivo, que implica intimidad, tristeza, pero también esperanza, cuando dice: “Tiro tres monedas al aire / y le pregunto al I Ching / ¿cómo será el fin? / Y aunque ya no pueda salvarte / ven y agárrate de mí, / de mí. / Tal vez, tal vez un milagro baje/ un milagro baje hasta aquí...”.
El propio autor ha dicho al respecto: “Me duele y me cuesta mucho esta canción. Cantarla es mi única manera de poder hablar con ella para amarla y recordarla siempre”.
En la cita no podía faltar “Foto de Familia”, del disco Como los peces; interpretación que el cantautor dedicó “a los cubanos estén donde estén”. Es un tema que invita a la reflexión, a la conciliación; en el que se refleja el sentir de varias generaciones de cubanos, familia y amigos separados por la política y en busca de un sueño, que a veces nunca llega. “Detrás de todos los gobiernos, / de las fronteras y la religión / hay una foto de familia / hay una foto de los dos. // Detrás de todos estos años / detrás del miedo y el dolor, / vivimos añorando algo, / y descubrimos con desilusión / que no sirvió de nada / de nada / o casi nada / que no es lo mismo / pero es igual”.
“Guillermo Tell” es otra de las composiciones más pedidas al talentoso trovador. La primera vez que cantó esta canción fue en el año 1989 en el cine Chaplin, en La Habana, y como apunta Varela “se convirtió una canción polémica, donde quiera que existe un padre y un hijo y el conflicto de generaciones vuelve a aparecer el espíritu de Guillermo Tell y su hijo”. Porque su mensaje no tiene fronteras ni límite de tiempo, es universal: “Guillermo Tell tu hijo creció. / Quiere tirar la flecha./ Le toca a él probar su valor / usando tu ballesta”.
Sus letras destacan por su poesía y por el sentido urbano y cronista, tal como se puede disfrutar en “Graffiti de amor”, el cuarto tema interpretado. “No se supo de qué barrio / Pero cuando todo estaba oscuro / Ella llegó bajo la luz del alba. / Y con su creyón de labios / Dibujó señales en los muros, / Quiso pintar lo que sintió su alma”.
Al respecto de este tema, el propio autor compartió: “Esta es una canción también muy especial para mí, ustedes me la pidieron, forma parte del disco Como los peces, y es una canción que me gusta cantar”.
Antes de dar paso a la última interpretación de la tarde, el “poeta de La Habana”, como también lo han llamado, comentó: “Es la canción más pedida por ustedes, por eso la dejé para el final, siempre me cuesta trabajo tocar esta canción en los concierto, salvo cuando tengo pianista”. Precisamente, este mismo tema fue seleccionado en 2005 por el renombrado director de cine mexicano Alejandro González Iñarritú para su corto The Hire: Powder Keg, y un año después el director estadounidense Tony Scott lo usó en la escena final de la película Mano on Fire, protagonizada por Denzel Washington y Dakota Fanning. Con el paso de los años se ha convertido en su canción más versionada en diferentes idiomas.
Así comenzaron a sonar los acordes de “Una palabra”, emotiva, penetrante; con una letra que al parecer no dice mucho y a la vez lo dice todo, porque hay que ver más allá de las palabras, de las acciones, de las cosas. “Una palabra no dice nada / y al mismo tiempo lo esconde todo / igual que el viento que esconde el agua / Como las flores que esconde el lodo”.
Con este temazo cerró una tarde de inolvidable: magia, música y poesía se dieron la mano para que junto con Carlos Varela, sin importar el lugar donde estemos, volvamos a soñar con el oído bien abierto.