El Año Nuevo chino inició su cómputo en lo que, para gran parte de Occidente, sería el 2697 a.C. Se celebra en una cuarta parte del mundo, constituida por China continental, Hong Kong, Macao y Taiwán, al igual que en muchos de los países vecinos del gigante asiático, como Singapur y Corea del Sur. La festividad, en esta ocasión, se celebra el 12 de febrero y corresponde al buey de metal, signo que, según el horóscopo chino, se caracteriza por su orden, esfuerzo, disciplina y ser un trabajador incansable.
Una de las prácticas más comunes en el marco de esta celebración, que se extiende por 15 días, es el intercambio de sobres rojos, originalmente llamados Hongbao. En entrevista exclusiva con POR ESTO!, el director de la Asociación China de la Península de Yucatán, el Dr. Bai Yi, compartió la manera en que esta celebración debió adaptarse en tierras mexicanas y durante tiempos de contingencia. En primer lugar, explicó con mayor detalle el intercambio de los Hongbao. “¡No se dan vacíos!”, bromeó al principio, añadiendo que contienen dinero. “Estos sobres rojos, que se dan durante la noche del Año Nuevo chino, son un signo de lo que compartimos. Se les da a los niños principalmente”.
La elaboración y entrega de estos regalos, añadió Bai Yi, se lleva a cabo en familia, como el resto de las actividades para recibir el nuevo ciclo anual. Pero la pandemia de coronavirus trastocó este intercambio: “Debido a la presente situación, sobre la cual todos tenemos conciencia, haremos las celebraciones en línea gracias al buen uso de la tecnología”, dijo quien está a cargo de la organización promotora de siete ediciones del Festival de la semana china en Mérida, la última de ellas por la vía virtual. Hay alternativas para continuar con los festejos: “Ahora podemos mandar tarjetas electrónicas vía WeChat, al igual que los sobres rojos para los niños, que anteriormente se entregaban de manera presencial”.
La Asociación China Península de Yucatán se estableció con el objetivo de fomentar el intercambio cultural, educativo y económico entre México y China. Su director declara que, “a la fecha de hoy, hemos establecido importantes hermanamientos entre ciudades chinas y la ciudad de Mérida, así como también en diversos municipios como Progreso y Dzidzantún, manteniendo por más de 10 años una afectuosa relación entre la Provincia de Sichuan y el Estado de Yucatán. También existe la provincia de Jiangxi con el estado de Quintana Roo”.
La percepción de la cultura china en nuestro país y en Occidente a menudo se rodea de prejuicios, incluso cuando sus comunidades forman parte sustancial de varios países en todos los continentes. Al respecto, Bai Yi comenta: “cuando los primeros inmigrantes chinos llegaron a Yucatán, a principios del siglo pasado, sufrieron de algunos prejuicios derivados de la mala información de la época. Sin embargo, al pasar los años y con ayuda de la globalización del internet, se supo más de las costumbres y la cultura [de China. Fue también gracias a las relaciones interétnicas que el proceso de transculturización se fortaleció”. Y continúa: “la comunidad china se adaptó a la cultura de los yucatecos como los peninsulares empezaron a sumar a sus costumbres elementos del pensamiento y gastronomía chinos”.
Estos rasgos se encuentran en varias prácticas y objetos que hemos hecho cotidianos, “como por ejemplo el cultivo, el té, el uso de zapatos bajos, los helados (que son de agrado para todas las personas) y los sorbetes, por mencionar algunos. También es importante mencionar que existen en Yucatán miles de descendientes de chinos de las primeras oleadas de migrantes. Ellos ahora son mexicanos, parte de la familia yucateca”. En 2017, la Asociación estimó que al menos un 10% de la población en el Estado tiene un antepasado chino. Hasta el año pasado, por otro lado, aquí habitaban aproximadamente 3 mil oriundos de ese país asiático.
Despidió la entrevista con un mensaje para la población: “Es importante que los yucatecos estén enterados: todos los chinos que radicamos en este bello Estado agradecemos la hospitalidad de esta tierra y sus habitantes, y que somos respetuosos siempre de sus costumbres y tradiciones y que tenemos toda la intención de trabajar y contribuir para el progreso de la Tierra del Faisán y el Venado, del gran estado de Yucatán”.
SY